Dirigentes del PP gallego viven estos días pendientes del correo electrónico, colgados del móvil por si entra una llamada que les convoque a una Junta Directiva o un Comité de Dirección, donde Alberto Núñez Feijóo desvele la incógnita de si da el paso y presenta candidatura para presidir el PP. La expectación es máxima en el PP gallego. Aunque dan por hecho que Feijóo optará a liderar a los populares a nivel estatal, el anuncio desencadenará una cascada de movimientos, que les afecta y mucho. Como fecha tope, el próximo miércoles a las 14.00 horas, cuando se termina el plazo para presentar los 100 avales necesarios para ser precandidato a la presidencia del PP nacional. ¿Habrá Junta Directiva el sábado o lo dejará para la semana que viene?, se preguntan en el PP gallego.

El mutismo del político gallego, considerado el favorito y el mejor posicionado para relevar a Mariano Rajoy, contrasta con los movimientos que surgen en otras esferas del partido y desde las órbitas de otros candidatos. Justo ayer, el presidente del PP vasco, Alfonso Alonso, abogó por "una renovación profunda" y aseguró que Soraya Saénz de Santamaría "significa de manera clara renovación". El exministro de Sanidad es el primer dirigente del PP que apoya en público a la que fue número dos de Rajoy en el Gobierno español. También es uno de los pocos cargos del PP que ante los micrófonos ha apostado por alguien.

Por su parte, el exministro de Exteriores José Manuel García Margallo anunció que ya recoge avales entre la militancia popular, y aventuró que está dispuesto a presentar a sus 73 años candidatura pero solo si opta a la presidencia la exvicepresidenta del Gobierno para intentar frenar su ascenso. La animadversión de Margallo con la exvicepresidenta es pública desde la salida del Gobierno del primero. Si el titular de la Xunta entra en escena, no utilizaría los avales y apoyaría al dirigente gallego.

De los posibles candidatos es quien más tiene que perder, pues preside la Xunta y se vería abocado a dejar el puesto, y antes de salir a escena tiene muchos flecos que cerrar, el escenario posFeijóo en Galicia, y los apoyos con que contaría a nivel estatal para ganar el congreso. En el partido en Galicia, como dan por hecho que se marchará la mayor incógnita, salvo sorpresa, es cúando dejaría la Xunta. Sobre si sus pasos estaban condicionados por el relevo en San Caetano o si compaginaría su cargo en la Xunta con el liderazgo del PP estatal contestó: "Para tomar esa decisión, lo que más estoy valorando es esa responsabilidad como presidente de la Xunta, por encima de cualquier cuestión política, de interés político o de ambición política".