La Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) reclama al Gobierno central que respete los compromisos de construcción del AVE gallego y garantice las dotaciones presupuestarias necesarias para mantener el ritmo de las obras y permitir que la línea de alta velocidad entre Galicia y Madrid entre en servicio en el año 2020. Así lo ha traslado la patronal gallega en un comunicado tras la reunión interna celebrada el lunes en la que se analizó la ejecución presupuestaria de los últimos años y el estado actual de las obras.

Este pronunciamiento se produce tras conocer las declaraciones del nuevo ministro de Fomento, José Luis Ábalos, en las que aseguraba que si bien el Ejecutivo de Pedro Sánchez garantizará las inversiones y los contratos heredados del Gobierno del PP para el AVE, iba a encargar una "auditoría de plazos" para comprobar que las fechas de inauguración de determinados proyectos -que no llegó a especificar- se corresponden con el nivel de ejecución de los mismos.

"El plan del ministerio es que no afecte el cambio de Gobierno a los compromisos de inversión y de contratos. La voluntad es no paralizar ni demorar nada. Pero vamos a ver si la información que desde un principio se no ha trasladado de un modo genérico es la misma que se refleja técnicamente. Y eso también afecta a los plazos. Vamos a hacer una auditoría de plazos porque algunos de los anunciados se han hecho para quedar bien", declaró el ministro de Fomento en una entrevista a El País.

La patronal gallega muestra su preocupación por el cumplimiento de los plazos del AVE gallego y demanda como algo "imprescindible" que los Presupuestos del Estado para los próximos años garanticen la conexión con Madrid por tren de alta velocidad en el entorno del año 2020.

El plazo oficial de conclusión del AVE es el tercer trimestre de 2019, para luego iniciar la fase de pruebas y arrancar la explotación comercial en una fecha indeterminada de 2020. El tren, en todo caso, entraría en funcionamiento aprovechando los 17 kilómetros de la vía actual entre Taboadela y Ourense, ya que esta variante está todavía sin licitar.

"Es preocupante que con la inversión prevista y comprometida hasta el momento (las obras debieran estar acabadas en 2015) se considere como plazo más optimista finales de 2020 para que el AVE llegue a Ourense, y sin abordar la variante de Taboadela, que evitaría circular durante 15 kilómetros a muy baja velocidad, con curvas muy peligrosas", advierte la Confederación de Empresarios de Galicia.

En la comisión de Infraestructuras de la CEG, a la que acudió también el experto en ferrocarriles Xosé Carlos Fernández, se analizó el coste del AVE en comparación con otros proyectos similares de España para llegar a la conclusión de que el precio por kilómetro de línea construido, a pesar de la orografía gallega, "es el más bajo de la red española de alta velocidad".

Además del AVE, la patronal abordó la incorporación de Galicia al Corredor Atlántico de transporte de mercancías por ferrocarril, que permitirá a la comunidad a partir de 2021 optar a fondos europeos para conectar sus puertos con toda la franja atlántica de la UE. Actualmente Galicia estaba discriminada de esta red de transporte. Y no solo eso, sino que los puertos no tienen acceso al ferrocarril.