El cara a cara de ayer de Feijóo con la oposición en el Parlamento fue el primero desde que el presidente de la Xunta anunciara su decisión de quedarse en Galicia y no competir por el liderazgo del PP nacional. Por ello, sus intervenciones siempre tuvieron alguna referencia a su futuro político. La más breve, la del portavoz del PSdeG, Xoaquín Fernández Leiceaga, que fue solo para reconocer su "equivocación" al dar por hecho, hace 15 días, su marcha a Madrid. En su réplica, Feijóo dejó una declaración que da pie a interpretar que podría concurrir a las siguientes elecciones autonómicas, al asegurar que "como mínimo" seguirá en el Parlamento hasta 2020.

"Usted y yo vamos a estar aquí hasta 2020, como mínimo, pero yo creo que usted tiene derecho a estar más tiempo porque le considero un activo del PSOE", le soltó a Leiceaga como guiño a sus disculpas por entender que dejaría Galicia para emprender camino en la política nacional.

Después de que su anuncio -el pasado lunes- de que se quedaba en la Xunta frenase cualquier hipotético movimiento en el PP gallego en clave sucesoria, dirigentes populares han dejado caer que Feijóo podría volver a presentarse como candidato. El secretario xeral, Miguel Tellado, afirmó el martes que él le pediría que repitiese por cuarta vez.

En declaraciones posteriores en los pasillos del Parlamento, Feijóo apostó por que del congreso extraordinario que celebra su partido el 20 y 21 de julio salga un líder que tenga "la posibilidad real" de ganar las elecciones de nuevo y se negó a revelar a qué candidato dará su apoyo, apelando a la neutralidad y a que es un militante más. "Yo desde luego solo tengo un voto, no tengo más; el resto de compromisarios gallegos tiene derecho exactamente igual que yo y en la misma proporción a votar", comentó.

Retiro "dorado"

El portavoz de En Marea, Luís Villares, preguntó por la mina de cobre de Touro, para exigir a la Xunta que paralizara el proyecto, pero aprovechó para recordar, a su estilo, la renuncia de Feijóo a optar a dirigir el PP nacional. "¿Cómo le fue por Madrid? Breve pero intenso, ¿no?", le interpeló, antes de afirmar que En Marea celebra que se quedase, para poder derrotarlo en las próximas elecciones. "En Madrid hace un calor asfixiante... Donde haya un buen paseo por la Ría de Arousa que se quite el Manzanares, pero, eso sí, echando crema para evitar el melanoma", ironizó. Villares también bromeó con el retiro "dorado" de Feijóo, en evidente alusión a las fotografías de los años 90 en las que el actual líder del PP gallego salía acompañado del contrabandista Marcial Dorado.

También le espetó que Galicia "no es un premio de consolación" y que a En Marea le agrada que se quedara "para derrotarlo en 2020".

Feijóo se limitó a recordar al dirigente que estaba en el Parlamento, que hay que "respetar" la institución, y le conminó a no confundir el escenario "con una asamblea" de En Marea para cosechar aplausos.

La líder del BNG, Ana Pontón, le pidió que impulse una agenda gallega y abandone el "servilismo a Madrid". "Demuestre de una vez que se queda pero para ejercer como presidente", le espetó.

"No tengo más agenda que Galicia y no la cambio por ninguna otra. Nunca engañé a los gallegos y no lo voy a hacer ahora. Me critican por ser coherente, primero porque me iba y después porque me quedo. Prefiero ser presidente de la Xunta y renunciar a ser candidato a la presidencia del Gobierno que renunciar a la palabra dada a los gallegos", replicó Feijóo.