Emilio Cao, el joven gallego de 22 años acusado de agredir en 2014 a un agente de Policía en las Marchas por la Dignidad en Madrid, aseguró ayer que no "cometió ningún delito", sino que se vio envuelto en los disturbios y los agentes lo detuvieron "sin justificación". "Es un montaje policial", añadió. Así lo relató en el juicio, celebrado en el Juzgado de lo Penal número 6 de Madrid y en el que la Fiscalía le acusa de un delito de atentado a la autoridad y de desórdenes públicos, por los que le pide cinco años y ocho meses de prisión. Emilio Cao defiende que él no participó en ningún disturbio y que incluso trató de marcharse ante lo que estaba ocurriendo al ver cómo la Policía comenzó a cargar contra los manifestantes, pero no lo logró y acabó detenido por los agentes, que, según dijo, no se identificaron y llevaban la cara tapada.

Dos policías señalaron en el juicio que arrestaron joven gallego porque vieron cómo tiró un "casquete" a un agente en la manifestación y matizaron que en el momento de la detención se identificaron "a viva voz" como la Policía y no llevaban la cara cubierta.

Una vez detenido por los dos agentes, relataron que los tres cayeron al suelo porque el joven "intentó girarse cuando lo tenían retenido"; mientras que Cao señaló que fue uno de los policías quien se tropezó y por ese motivo los tres cayeron al suelo. Un testigo que también participaba en las protestas señaló que Cao no tiró ningún objeto a los agentes y que en un momento de "aturullamiento" dos de ellos cogieron al acusado y lo llevaron hasta la calle donde lo detuvieron, ante lo que él, apuntó, "no opuso resistencia". A la salida del juicio, Cao señaló que después de "las incoherencias de los policías" y de las pruebas que presentó su abogado, se siente más "seguro de que este proceso judicial puede salir bien".