El Tribunal de Cuentas de la Unión Europea publicó ayer un informe sobre la red ferroviaria de alta velocidad europea en el que denuncia la falta de pasajeros en algunas de las líneas españolas y sobrecostes en las obras, así como que los trenes circulan en algunos corredores a una velocidad muy inferior a la prevista y a la que soporta la propia vía. Es el caso del Eje Atlántico (A Coruña-Vigo), diseñado para tráficos de hasta 250 kilómetros por hora pero por la que andan los trenes a 124 kilómetros por hora, al 50% de la capacidad. A la cola de las líneas de alta velocidad analizadas figura el AVE entre Galicia y Madrid, en la que la circulación de los trenes oscila entre los 103 y los 110 km/h, lo que representa el 29% de las posibilidades de la vía, según el Tribunal de Cuentas de la UE, si bien se precisa que una parte importante de la línea está aún en obras.

"Una velocidad media tan inferior a la velocidad de diseño plantea preguntas en lo que respecta a la buena gestión financiera", reprende el Tribunal. Los auditores europeos visitaron España, Francia, Italia, Alemania, Portugal y Austria para analizar el gasto en más de 5.000 kilómetros de líneas de alta velocidad -alrededor del 50% del total comunitario-, una cifra que ven muy lejos del objetivo general de llegar a los 30.000 kilómetros en 2030. En concreto, el documento analiza diez líneas (entre las que se encuentran el Eje Atlántico, Madrid-León, Madrid-Barcelona-frontera francesa y Madrid-Galicia) y cuatro interconexiones transfronterizas (entre ellas, Madrid-Lisboa, Figueras-Perpiñán y la Y vasca).

El informe resalta que España es el Estado que ha recibido más fondos europeos para las redes ferroviarias de alta velocidad, con 11.200 millones de euros desde el año 2000 hasta 2017 -el 47% del total-.

Como conclusiones, los auditores han detectado que los análisis coste-beneficio "no se usaron adecuadamente" y que "la decisión de construir líneas de alta velocidad se basa habitualmente en consideraciones políticas". "En España la mayoría de los informes tienen ratios coste-beneficio muy bajos y algunos no eran viables desde una perspectiva socioeconómica", señala el informe.

Además, dos líneas españolas de alta velocidad (el Eje Atlántico y Madrid-León) registraron un número de pasajeros bastante inferior al umbral de nueve millones (o seis en su primer año de funcionamiento) que establece la UE para que sean viables. Si se tiene en cuenta el nivel de "pasajeros potenciales" en cada área, el informe denuncia que las inversiones tampoco serán viables en las líneas Figueras-Perpiñán y en la Y vasca.

En relación a los sobrecostes, la línea Madrid-Barcelona-frontera francesa es la que más se ha desviado entre las españolas con respecto a su presupuesto original (un 38,5%, hasta los 12.109 millones de euros), seguida de Madrid-León (un 33,3%) y el Eje Altántico (un 26,3%). El informe no aporta datos sobre la línea Madrid-Galicia.