Los hogares gallegos identifican los ruidos, tanto los producidos por los vecinos como el originado en el exterior del inmueble -tráfico, peatones o actividad industrial-, y la contaminación ambiental, por este orden, como los principales problemas de sus viviendas. En tercer lugar figura la percepción de que el piso o casa están ubicados en un entorno donde existe delincuencia o vandalismo. Así lo describe el Ministerio de Fomento en su boletín anual de 2017 del Observatorio de Vivienda y Suelo que se acaba de publicar.

Como primer motivo de queja sobre el entorno de los hogares se señalan los ruidos del vecindario y del exterior. Es un problema para el 11,8% de los gallegos, lo que significa que lo sufren algo más de 190.000 viviendas, dado que el parque inmobiliario de Galicia está formado por 1,62 millones de inmuebles, si bien unas 500.000 están destinadas a segunda residencia y su ocupación, por tanto, es temporal.

En segunda posición figura la contaminación, básicamente olores producidos por determinadas actividades industriales y el hollín urbano. Así lo indica el 8% de los gallegos, que representan casi 130.000 hogares.

El tercer motivo de preocupación, nombrado por el 6,7%, es la sensación de que en el entorno donde se ubica la vivienda hay episodios de vandalismo y delincuencia por encima del umbral aceptable, un problema que afectaría a unos 108.000 hogares en Galicia. Y otra parte, ya muy reducida, menos del 6%, indica que echa en falta más luz natural en sus viviendas. Por contra, el 75% de los hogares de la comunidad, según el informe del Observatorio del Ministerio de Fomento, asegura que no tiene ningún problema con su vivienda.

Al margen de Ceuta y Melilla, quienes más quejas tienen con los ruidos son los habitantes de las islas, Canarias y Baleares. En ambos casos se señala este problema por más del 27% de sus respectivos hogares. En tercer lugar, pero a mucha distancia, figura Madrid, donde algo más de una quinta parte de los residentes admite que es su principal motivo de preocupación.

Y es la Comunidad de Madrid la que encabeza, por volumen de afectados, los problemas derivados de la contaminación y la delincuencia o el vandalismo. El 17,2% de los hogares madrileños tiene quejas por la polución ambiental -algo lógico, debido a los habituales altos niveles de contaminación que registra la capital de España, en la que periódicamente se cierra al tráfico el centro para reducir la polución- y otro 16% por los actos vandálicos o delictivos cometido en el entorno más próximo de sus viviendas. Nada que ver, por tanto, con los índices de preocupación que se registran en la comunidad gallega.