El sector de la construcción en Galicia empieza a salir a flote. Aunque a menor ritmo que en otras comunidades, los números ya son positivos en la comunidad y desde 2015 encadena 30 meses de crecimiento. Este buen comportamiento se ha trasladado a todos los actores que dependen de las grúas y las excavadoras. Uno de ellos son los concellos, que antes de la crisis tenían una fuente casi inagotable de financiación en el ladrillo. Por segundo año consecutivo, los ayuntamientos gallegos aumentaron los ingresos por el impuesto de construcción y lo hicieron con un 18% más que el ejercicio anterior. Pese al gran incremento, la cantidad recaudada se queda todavía un 70% por debajo de la que captaban antes del estallido de la crisis en 2008. Se trata del segundo ascenso consecutivo en las arcas municipales gallegas por este tributo tras los seis anteriores a la baja.

Los principales fuentes de ingresos de las administraciones locales son cinco grandes impuestos: el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) -conocido como contribución o catastro-; el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM); el Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE); el Impuesto sobre Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (Iivtnu) -conocido como plusvalía- y el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO).

Este último llegó a representar antes de la crisis el 5% de la recaudación total de los ayuntamientos gallegos. En 2008 era el tercer impuesto con mayor recaudación, tras el IBI y el IAE. Pero en 2016, según los últimos datos disponibles de la liquidación de presupuestos de las entidades locales, no superó el 1% y su peso en las arcas municipales gallegas ha caído al último puesto.

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Los concellos recaudaron en 2016 un total de 23,1 millones por el impuesto de construcción. Fue un 18% más que los 19,6 del ejercicio anterior, aunque un 69% inferior a los 74,7 que ingresaron hace una década.

EVOLUCIÓN

El Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras es uno de los indicadores que se utilizan para medir el impacto que ha tenido la crisis en la construcción; en este caso, en las cuentas de los ayuntamientos. Este tributo local -de carácter voluntaria su aplicación por el ayuntamiento de turno- grava la realización, dentro del término municipal, de cualquier construcción, instalación u obra para la que sea necesaria una licencia de obra. Esta tasa es un porcentaje sobre el importe de los proyectos y varía de unos municipios a otros, aunque la media se suela situar entre el 0,5% y el 4%.

Por provincias, el mayor desplome porcentual de la recaudación por este impuesto entre 2008 y 2016 en Galicia lo protagonizaron los concellos de Pontevedra, con una caída del 73,8%, seguidos de los de Ourense (-71,1%); A Coruña (-69,4%) y, finalmente, Lugo (-39,4%). En cifras absolutas, los ayuntamientos de A Coruña pasaron de recaudar 37 millones en 2008 a 11,2 en 2016; los de Pontevedra, de 25,5 a 6,3; los de Lugo, de 5,3 a 3,2, y los de Ourense de 6,7 a 1,9 millones.

Según el número de habitantes de cada municipio, el tijeretazo en la recaudación desde el inicio de la crisis ha variado. En los de menos de 5.000 habitantes, la caída fue la más baja, un 42,1%, al pasar de los 7,2 millones de 2008 a los 4,1 de 2016.

En los ayuntamientos gallegos de 5.000 a 20.000 habitantes y en los de 20.000 a 50.000 el desplome fue superior al 60%. En el primer caso, del 72,7% (de 23,4 a 6,4 millones) y en el segundo, del 61,2% (de 14,1 a 5,4 millones).

En las siete ciudades la caída de la recaudación por las tasas de la construcción fue dispar. En las que tienen entre 50.000 y 100.000 habitantes (Santiago, Ferrol, Lugo y Pontevedra) los ingresos por el ICIO cayeron un 57,2% durante la última década. Estos cuatro concellos -no hay datos individualizados de cada uno- ingresaron por esta tasa 6,8 millones al inicio de la crisis y 2,9 durante el ejercicio de 2016.

Los tres grandes ayuntamientos gallegos que superan los 100.000 habitantes (A Coruña, Vigo y Ourense) recaudaron 23,1 millones hace ocho años y 4,2 en 2016. El recorte fue del 81,6%, el porcentaje más elevado de todos.