El PP afronta hoy una jornada sin precedentes en su historia. Por primera vez, las bases votarán directamente para elegir al presidente nacional del partidoPor primera vez, las bases votaránpresidente nacional . Si hay una palabra para definir el escenario, esa es incertidumbre. Por la dificultad de escrutar el sentir de los 66.706 afiliados que están llamados en toda España a las urnas para escoger entre seis candidatos, de los que solo dos pasarán a la fase final. En Galicia son 4.564 los inscritos que podrán votar: 1.600 de A Coruña; 1.382 de Lugo, 516 de Ourense y 1.066 de Pontevedra. Y lo harán sin que ningún cargo del PP gallego expresara públicamente cuál es su candidato favorito para relevar a Mariano Rajoy. Porque esta batalla, la de las primarias de hoy, no es la del Partido Popular de Galicia una vez que su líder, Alberto Núñez Feijóo, ha renunciado a la carrera presidencialAlberto Núñez Feijóo.

Su batalla será en la segunda ronda, en el congreso de los días 20 y 21 de este mes, donde los compromisarios elegirán al nuevo líder del PP. Y ahí sí pretenden ser decisivos los populares gallegos llevando el voto agrupado y haciendo valer sus 279 delegados en una apuesta a una sola carta.

Los afiliados gallegos votarán hoy sin presión y "hasta con exceso de tranquilidad", en palabras de un dirigente del PP de Galicia, tras quitarse la tensión por el paso a un lado de Feijóo, al que muchos veían como el sucesor natural de Mariano Rajoy. "Libertad de voto y para votar en conciencia lo que se crea mejor para el PP", recordó ayer el líder del PP gallego.

No se han dado indicaciones ni consignas desde los cargos orgánicos. Porque al partido le interesa, según diversas fuentes, conocer realmente a quién apoyan los afiliados. "Es una oportunidad para escrutar lo que piensan", aseguran. Además, el PP gallego no se juega nada ni tampoco tiene urgencia en colocar cuotas en la futura ejecutiva del partido.

Diversos cargos del PP gallego creen que el voto se repartirá mayoritariamente y de forma igualada entre Soraya Sáenz de Santamaría, Dolores de Cospedal y Pablo Casado. Y que el resto, José María Gacía-Margallo, José Ramón García-Hernández y Elio Cabanes quedarán en un segundo plano. Pero son quinielas, admiten, porque lo que hay es una gran incertidumbre.

Públicamente ningún cargo ha expresado su opción preferida, si bien Feijóo ha tenido más guiños de complicidad y sintonía con Cospedal, de la que dijo que tenía experiencia de gobierno, que sabía lo que era ganar elecciones y que no venía a aprender. Además, destacó que actuó como escudo del partido, algo que no convenía olvidar. Y Cospedal había lanzado previamente que si Feijóo se presentaba a la carrera presidencial, ella le iba a dar todo su apoyo. En otras comunidades, en cambio, proliferan las luchas internas y los bandos se van decantando por los distintos aspirantes. Con pronunciamientos, a veces, de descalificación rotunda del adversario.

El caso es que hoy están llamados a votar 4.564 afiliados en Galicia -se espera que acuda el 80%-, y en principio, el resultado tampoco tendría mayor importancia. Además, el peso de la comunidad gallega en el conjunto del país no es relevante.

Si embargo, la situación será muy distinta en la segunda ronda. Galicia será la cuarta comunidad en número de compromisarios, dado que la representación se ha determinado en función del supuesto número de militantes antes de depurar el censo, que en el caso gallego ha pasado de 100.000 a algo más de 4.500. Pero lo importante, y de ahí el carácter decisivo, es que puede ser la única comunidad autónoma que vaya con el voto agrupado, de forma que los 270 delegados respalden en bloque a uno de los dos candidatos que lleguen a la final.

En otros territorios, esta situación va a resultar mucho más complicada debido a la luchas internas, ya sea en Andalucía, Madrid o Castilla y León.

Tras la votación de hoy, Feijóo y los barones provinciales analizarán los resultados y decidirán a quién apoyarán en el congreso convocado para los días 20 y 21. El PP pretende actuar como un bloque, aunque ello pueda suponer apostar por un candidato distinto al que respaldaron las bases de forma mayoritaria. Es un escenario posible, desde luego, reconocen en el PP. "Todos sabremos interpretar cuál es el sentido del voto de la militancia para después cerrarlo en el congreso", dijo Feijóo.

La división que se da en otros territorios no tiene hueco en Galicia, dado que el liderazgo de Feijóo no tiene sombra. Pero además, resulta que los presidentes provinciales están de acuerdo en esta estrategia de no decantarse por ningún candidato hasta superada las primarias y luego intentar ir en bloque al congreso. "A esto contribuye también que ningún barón tenga intereses personales en la futura ejecutiva nacional del PP", aseguran fuentes del partido.