El candidato a la presidencia del PP, Pablo Casado, aseguró ayer en Santiago que el Partido Popular de Galicia es para él "la referencia" de lo que quiere "hacer en el PP de España", por su "claridad en el mensaje" y por la "maquinaria electoral implacable" que representa al ser el único partido que gobierna una autonomía con mayoría absoluta. Es la organización territorial en la que busca inspiración para trasladar su esquema al resto del Estado "porque funciona".

Puso también en valor que la representación del PP en Galicia es evidente porque se enmarca en la defensa de las "tradiciones propias" del territorio "pero desde la fortaleza y la cohesión de un proyecto nacional como España".

Así lo indicó en un acto ante los compromisarios gallegos que participarán en el congreso nacional de los días 20 y 21 de julio, acompañado por el presidente de la Xunta y del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo.

El encuentro se celebró en el mismo hotel compostelano en el que el líder gallego anunció hace tres semanas que no concurriría a la carrera para sustituir a Mariano Rajoy y contó con los principales representantes del PP autonómico, entre los que destacó la presencia de tres de los presidentes provinciales, los tres donde ganó María Dolores de Cospedal, fuera de la carrera tras la primera vuelta, y la ausencia del de Ourense, José Manuel Baltar, donde triunfó Soraya Sáenz de Santamaría.

Los elogios al PP gallego del candidato a suceder a Rajoy fueron incontables. Como que también es la "cuna" del PP, gracias a nombres como Manuel Fraga o Mariano Rajoy, aunque el candidato insistió en la relevancia de Núñez Feijóo, una "referencia para la política autonómica y para la nacional".

"Si yo soy presidente del PP, Feijóo será lo que quiera, como quiera y cuando quiera", dijo Pablo Casado, que se deshizo en alabanzas para un presidente autonómico que está "en plena forma" y del que destacó que antepuso los "intereses de su tierra" a los suyos decidiendo no optar a la presidencia del PP.

Al lado de Núñez Feijóo, Casado confesó a los medios que, además de con los compromisarios gallegos, le "gustaría contar también con quien los lidera" y confió en poner en marcha un proyecto con el que Núñez Feijóo "se pueda sentir identificado". A pesar de este órdago, Feijóo quiso aferrarse a su prudencia y no se posicionó directamente a favor de ninguno de los candidatos. "Si yo estuviese en su lugar, también lo pediría, pero este es un partido democrático", advirtió.

El candidato rechazó centrar la campaña en cuestiones accesorias como el género y la edad, después de que Soraya Sáenz de Santamaría dijera que mientras la juventud de Casado "se arregla con el tiempo", su condición de mujer es permanente. Y volvió a situar en unos 2.000 los compromisarios que le prestan apoyo. "He hecho las cuentas y me sale que tenemos una mayoría bastante clara en número de apoyo de compromisarios", comentó.