El interventor del Alvia siniestrado en Angrois hace casi cinco años, Antonio Martín, confirmó ayer en el Congreso que llamó al maquinista con el teléfono corporativo en una acción que ha descrito como "habitual" y calculó que tuvo una duración de 100 segundos.

"No teníamos cortapisa para hacer llamadas siempre que considerásemos oportuno", argumentó Martín al tiempo que reiteró que la hizo desde el teléfono corporativo y que fue de carácter interno.

En su intervención en la comisión de investigación parlamentaria, el interventor explicó que desconocía en qué punto se encontraba cuando llamó a Garzón y que este podría haber no contestado ya que el maquinista es el "jefe del tren".

La llamada, según detalló, fue para saber en qué andén iba a parar el tren en Pontedeume, parada en la que se bajaba una familia. En todo momento definió esta llamada como "habitual".

Sobre las consecuencias de realizar estas llamadas, el interventor sostuvo que tenía "libre disposición" y que hizo la llamada desconociendo el punto en el que se encontraba el tren. "Estaría dentro de quien la recibe aceptarla o no aceptarla", argumentó Martín, sugiriendo que el maquinista podría haberla rechazado. "No teníamos cortapisa para hacer llamadas siempre que considerásemos oportuno", insistió. Finalmente, aseguró que desconocía si la curva de Angrois era especialmente peligrosa. "Nunca había odio hablar de esa curva, ni bien, ni mal", concluyó.