"Preferiría haber muerto yo a uno de ellos". Así tradujo ayer en palabras el maquinista del Alvia siniestrado en Angrois en 2013AlviaAngrois, Francisco José Garzón Amo, lo que durante toda su comparecencia se reflejó en un rostro emocionado hasta las lágrimas, tanto que cedió la lectura de su intervención escrita ante la comisión del Congreso que investiga el siniestro en el que fallecieron 80 pasajeros y otros 144 resultaron heridos, al secretario de la Mesa, el diputado de En Marea Antón Gómez-Reino. En el escrito asegura que el de Angrois "era un accidente anunciado" -recuerda que tras el suceso aseguró que "un día iba a pasar, que somos humanos" -y defiende que la seguridad "no puede estar basada" solo "en la actuación de humanos", al permitir la "tecnología" "controlar" riesgos y "evitar accidentes".

"Era un accidente anunciado en una línea, a lo que se ve, sin análisis de evaluación de riesgos de todos los elementos ferroviarios y carente de toda medida de seguridad que controlara que los trenes no superen la velocidad determinada en cada tramo", sostiene Garzón en su alegato ante la comisión de investigación parlamentaria. "Y sobre todo -añade- en la curva donde se debía pasar de 200 kilómetros por ahora circulando con ASFA a 80 kilómetros por hora sin ni siquiera una señal de limitación de velocidad, solo la memoria de los maquinistas".

Aunque el corazón de su comparecencia lo puso en las víctimas y sus familiares, a los que volvió a pedir perdón, como ya hizo en la única vez que había roto su silencio y ha salido de la vida de anonimato que se había impuesto y que lamenta perder ahora, y a los que traslada su solidaridad, también proclamó su deseo de que se determinen "claramente" las causas "mediatas, inmediatas y subyacentes" del accidente". "Las víctimas lo merecen", urge el maquinista, y "la seguridad del ferrocarril, también". "Pues no puede estar basada exclusivamente en la actuación de humanos y los profesionales -advierte- no pueden trabajar arriesgando su vida y la de sus viajeros".

"La tecnología existente", añade, "permite controlar esos riesgos y evitar accidentes de ese tipo". En este punto, advierte de que "unas simples medidas tomadas después del accidente, en concreto la instalación de tres señales de chapas y tres balizas", dos Ertms y una ASFA, "habrían evitado ese accidente de haberse instalado antes de la puesta en servicio de la línea".

Garzón, que estuvo acompañado de su letrado, Manuel Prieto, considera que sería "justo" que los diputados pudiesen escuchar de forma íntegra la conversación que mantuvo con el centro de Atocha después del siniestro para comunicar lo ocurrido y que se activara el plan de emergencias. Alegó que tras el siniestro, la grabación, de la que "solo podía disponer Adif o Fomento", se filtró enfatizando algunas de sus palabras, como que "tenía que pasar a 80 y pasé a 190 o una cosa así".

No obstante, salvo Unidos Podemos-En Marea y ERC, los grupos rechazaron reproducir la llamada, lo que provocó una bronca en la comisión cuando el diputado de ERC Gabriel Rufián intentó hacerla escuchar desde su móvilERC Gabriel Rufián, lo que provocó la suspensión de la sesión durante unos minutos.

Alexandra Fernández, diputada de En Marea, optó por leer fragmentos de la conversación, maniobra que el presidente de la comisión, el independentista Feliu Guillaumes, aceptó. El propio Garzón destacó en su intervención escrita cómo entonces dijo "que un día iba a pasar, que somos humanos, y que ya se lo había dicho al de seguridad".

El maquinista reconoció haber recibido una llamada del interventormaquinista llamada del interventor y que estaba "obligado a responderla": "Estamos hablando de una pérdida de conciencia situacional no voluntaria causada por una de las variadas tareas profesionales propias de un maquinista". Recalcó que esa "pérdida de conciencia situacional" se puede producir "tras miles de viajes". "Es imprevisible para las personas, pero debe ser previsible para las organizaciones", señaló, sobre todo tras un recorrido "repetitivo", y "no había ninguna previsión para hacer recuperar al maquinista.

Asimismo, contó cómo en el tramo del siniestro "no había señal alguna que indicara cuándo reducir la velocidad ni sistema que controlara esa velocidad, señales y sistema que se instalaron después del accidente". "Me considero una persona normal que tuvo un accidente, simplemente. Que cumplía con su trabajo y la llamada fue la fatídica. Nada más. No puedo evitar emocionarme", concluyó.