Pavimentos en mal estado, baches, grietas, señales de tráfico ocultas por la maleza, carreteras en las que apenas se aprecia ya la línea continua o la que delimita el arcén... El examen al que ha sido sometida la red viaria gallega no logra el aprobado. Ni en estado del firme, ni en señalizaciones verticales ni horizontales y tampoco en barreras de seguridad. Solo pasan la prueba los elementos de balizamiento -luces y dispositivos que indican cómo se encuentra una vía y si existen obstáculos tales como obras o cortes-. Para que las carreteras estatales, autonómicas y provinciales de la comunidad gallega estuvieran en perfecto estado se necesitarían 597 millones, una media de 75.236 euros por kilómetro, según el informe Necesidades de inversión en Conservación 2017-2018 de la Asociación Española de la Carretera (AEC). En el conjunto del país, el déficit de inversión en conservación alcanza los 7.054 millones -más de 69.500 euros por km-, de los que el grueso corresponde a vías autonómicas.

Este balance coloca a Galicia en rojo en el mapa del estado del firme y la señalización en España. Su nivel de deterioro convierte a las carreteras de la comunidad en las quintas del país que necesitan un mayor volumen inversor para la mejora de su red viaria, con el 8,4% del total en España. A la cabeza, las infraestructuras de Castilla y León (1.179 millones), seguidas de Castilla-La Mancha (903), Andalucía (900) y Aragón (680).

En el extremo opuesto de la tabla, se encuentran Cantabria (153 millones) y La Rioja (156), las únicas comunidades cuya inversión necesaria para el mantenimiento de sus carreteras se queda por debajo de los 200 millones.

Pero la radiografía es diferente si se analiza el déficit acumulado por kilómetro. En este caso, Galicia escala al cuarto puesto (75.236 euros), casi un 9% por encima de la media en el conjunto del país. Las tres comunidades con más necesidad inversora por cada kilómetro de su red viaria en mal estado son Comunidad Valenciana -a la cabeza el ranking con 85.552 euros-, La Rioja -pese a ser la segunda con menor déficit acumulado para el conjunto de sus carreteras es la segunda que más desembolso necesita por kilómetro (82.871 euros)- y Aragón -82.062-. A la cola, Extremadura -poco más de 46.430 euros- y País Vasco -56.205-.

En solo dos años, el déficit de inversión en las carreteras españolas aumentó un 7% y uno de cada trece kilómetros de la red viaria tiene desperfectos relevantes en más del 50% de su superficie, según recoge el examen de las infraestructuras viarias de AEC. El mal estado de las carreteras en el conjunto del país, apunta el colectivo, "aconsejaría reducir el límite de velocidad en 6.800 kilómetros ya que si no se reparan puede verse afectada la seguridad en la circulación por el nivel de deterioro. Para AEC, la solución pasa por reparar el pavimento (más de 6.500 millones), renovar 370.000 señales -el 68% tienen el reflectante caducado, por lo que su visibilidad no está garantizada por la noche-, repintar las marcas viales en 30.000 kilómetros (56 millones de euros), mejorar las barreras metálicas (334 millones) y el balizamiento, así como la iluminación -el 90% de las luminarias no iluminan de manera adecuada y el 53% generan claroscuros-. De los más de 7.000 millones de euros que estima necesarios AEC para garantizar el perfecto estado de la red viaria más del 90% (6.574 millones) son para el firme -4.514 millones para la red autonómica y provincial y 2.060 para la estatal- y los restantes 480 millones para el equipamiento vial (señalización vertical y horizontal y barreras metálicas).

El estudio de AEC revela que el estado del pavimento en las carreteras gallegas es deficiente y empeoró respecto a 2015. Consiguen una puntuación de 126 frente a los 136 puntos que alcanza la media nacional. Se queda lejos del nivel aceptable (a partir de 200) y a gran distancia de un nivel bueno (de 300 a 400 puntos). Hace tres años, la red viaria en Galicia estaba en 134 puntos y la nacional en 147, por lo que la puntuación de su estado ha perdido 8 puntos.

Pero su pavimento no el único punto de análisis en el que empeora la red viaria gallega respecto a 2015. La señalización horizontal también cae, al pasar de un 5,7 a un 4,7 (sobre 10). Esta nota la deja con un nivel "deficiente" y la coloca en el segundo peor puesto de todas las comunidades, solo superada por Asturias (4,4) aunque en este caso la señalización horizontal en las vías del Principado mejoraron en los últimos años -la nota en 2015 era de 3,7-. Las mejores notas en este tipo de señales recaen en Madrid (6,6), Castilla y León (6,5) y Murcia (6,4).

En señalización vertical, las carreteras gallegas tienen la peor nota de toda España. Solo un 4,3 frente al 4,6 que tenían en 2015. Con la mejor puntuación se colocan Navarra (5,6) y Aragón (5,1). El resto de territorios suspenden en el estado de sus señales colocadas en su red viaria.

El estado de las barreras metálicas presenta un estado deficiente en el conjunto del país. En Galicia, también, con un 4,1 de nota -la misma que la media nacional-. AEC estima que en toda España se necesitaría una inversión de 334 millones de euros (un 31% más que en 2015) para mejorar este elemento de seguridad.

Las habituales buenas notas que lograba el sistema de balizas han caído. Este es el único elemento que obtiene un aprobado en las carreteras gallegas, con una puntuación de 6,2, lejos del 8 alcanzado hace tres años. La media nacional apenas ha variado: del 6,8 obtenido en 2015 se pasó a un 6,7 el año pasado.