La memoria anual de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil recoge que durante el pasado año se incrementó el número de expedientes resueltos -pasaron de los 3.592 en 2016 a los 4.010 en 2017, casi un 12% más-, lo que supuso un importante esfuerzo en la tramitación para conseguir la reducción de los tiempos de espera de las resoluciones.

Y los expedientes de sanción representan una parte importante. En Galicia, puesto que la CHMS también tiene competencias en las provincias de León y Zamora, el organismo inició 473 y resolvió 577 -203 en Lugo, 185 en Ourense y119 en Pontevedra-. La mayoría de las propuestas de sanción lo son por vertidos de aguas residuales -106 en Lugo, 101 en Ourense y 63 en Pontevedra-, a los que siguen 119 por obras sin autorización o incumpliendo los requisitos exigidos -58 en Lugo, 30 en Ourense y 31 en Pontevedra-, y otros 73 por derivaciones de agua sin permiso, de los que 9 fueron en Pontevedra, 18 en Ourense y 46 en la de Lugo.

Sumando los expedientes de extinción de aprovechamientos hidroeléctricos con los destinados a otros usos, el pasado año se iniciaron 47 procedimientos, de los que 37 se debieron a la expiración del periodo de concesión. Otros tres lo fueron por interrupción permanente de la explotación durante tres años consecutivos, 4 por incumplimiento de las condiciones esenciales o plazos previstos en las autorizaciones y 3 por la renuncia expresa de los titulares.