Son cada vez más los gallegos que adquieren una vivienda sin necesidad de recurrir a un préstamo bancario. Seis de cada diez pisos en Galicia ya se compran a tocateja, un porcentaje que convierte a la comunidad en la sexta con más adquisiciones en efectivo. En el primer trimestre de 2018 se cerraron en la comunidad un total de 4.382 compraventas de casas, un 9,1% más que en el mismo periodo del año anterior, pero tan solo se constituyeron 1.887 hipotecas. O lo que es lo mismo, en la actualidad se compran cada mes en Galicia 830 pisos al contado, una cifra histórica ya que en 2017 fueron unos 815 de media mientras que en los ejercicios anteriores no se sobrepasó la barrera de los 700 mensuales, según el balance hecho público ayer por el Consejo General del Notariado.

Estos datos colocan a Galicia más de dos puntos por encima de la media nacional en compraventas de casas sin préstamos hipotecarios (54,7%). A la cabeza de pagos en efectivo en el arranque del año está Comunidad Valenciana (casi un 70%), seguida de Canarias (64,6%), Murcia (63,6%), Cantabria (63%) y con solo tres décimas por encima de la comunidad gallega se sitúa Castilla-La Mancha (57,3%). En el extremo opuesto del mapa autonómico de pagos de vivienda a tocateja Madrid (36,2%) y País Vasco (37,4%).

Dos son fundamentalmente los motivos que están detrás de este aumento de las compras sin financiación bancaria. Por un lado, la escasa variación en los precios de los inmuebles en la comunidad -en 2017 subieron un 1,1% y durante el primer trimestre de este año solo un 1%-, lo que hace posible que se puedan comprar en efectivo. Durante los últimos ejercicios, el stock de vivienda usada obligó a bajar los precios, lo que los hizo más asequibles en el mercado y disparó sus ventas respecto a los pisos a estrenar. De hecho, ya tres de cada cuatro inmuebles que se compran en Galicia son de segunda mano. Por otra parte, el colectivo de ahorradores de más de 50 años ha dado un empujón durante los últimos años al mercado inmobiliario al adquirir viviendas con las que buscan obtener una buena rentabilidad con el alquiler, a lo que contribuye el auge de los arrendamientos en Galicia y el tirón de los pisos turísticos.

Si hace dos años Galicia era la séptima comunidad por la cola en compras de viviendas al contado, en la actualidad ya es la sexta que con más porcentaje de operaciones sin recurrir a un crédito. Bajo la lupa de la Consellería de Facenda estarán este año este tipo de transacciones con el objetivo de comprobar el origen de los fondos con los que los compradores se hacen con una casa. El control del departamento que dirige Valeriano Martínez se centrará en comprobar si hay traspaso de dinero entre familiares -de padres a hijos- que busca evitar el impuesto por donaciones.

Comparativa

El mercado inmobilario gallego arrancó el año con mejor pie que en el resto del territorio. Mientras en el conjunto del país las operaciones de compraventa de viviendas aumentaron durante el primer trimestre un 7,6% -con un total de 135.150 transacciones-, en Galicia el incremento superó el 9% -con casi 4.400 nuevos propietarios, el 3,2% del total-.

Esta tendencia en España, según concluyen desde el Consejo General del Notariado, supone una "pequeña desaceleración" del crecimiento interanual ya que durante los trimestres anteriores superaba el 10%. No obstante, son muchas las comunidades que aumentaron las operaciones por encima de los dos dígitos -Galicia a un punto de entrar en ese grupo-: La Rioja (22,6%), Murcia (20,9%), Comunidad Valenciana (18,5%), Aragón (14,2%) y Andalucía (13,3%). En el extremo opuesto, está el descenso de ventas en Baleares (-8,1%), Canarias (-2,4%) y Extremadura (-1,2%).

El sector inmobiliario gallego cerró 2017 con un total de 17.610 ventas. Es un 12% más que las operaciones del ejercicio anterior, el cuarto consecutivo al alza y la cifra más alta desde 2010 -entonces se superaron las 26.000-.