El tráfico de la AP-9 encadena tres meses (de marzo a mayo) de caídas, con un descenso del 2,4% con respecto al mismo periodo del año pasado. La última vez que se produjo esta bajada durante tres meses seguidos fue hace cinco años, entre abril y junio de 2013. También cerró el peor primer trimestre de los úlitmos tres años.

Una de las claves de este descenso está en el cada vez mayor número de transportistas que optan por carreteras convencionales para huir de los gravosos peajes de la autopista. El número de camiones que circularon por la AP-9 durante los meses de marzo, abril y mayo fue un 6,8% inferior al del año pasado, casi el triple de la caída total.

Entre marzo y mayo la Intensidad Media Diaria (IMD) de la Autopista del Atlántico fue de 20.968 vehículos, de los que 1.868 fueron camiones. Fue un 2,4% menos que en el mismo periodo del año pasado. En los primeros cinco meses de 2018, la bajada es del 2,7%.

Los camiones han agravado esta caída del tráfico en la AP-9. En marzo el IMD de vehículos pesados fue de 1.961 (-4,8%); en abril, 1.804 (-3,3%) y en mayo, de 1.839 (-11,9%).

Los transportistas usan cada vez menos la AP-9 por el alto precio de los peajes. A un vehículo pesado que sale de A Coruña le cuesta 14 euros circular hasta Santiago; 34 si lo hace hasta Vigo y 45 si cubre todo el recorrido de la autopista entre Ferrol y Tui. Y si tiene que hacer el viaje de vuelta, la factura se duplica.

El primer aviso llegó en marzo cuando el tráfico en la autopista cayó un 0,6% y eso que contó con el efecto estacional de la Semana Santa. Es decir, en 2017 estas fiestas fueron en abril por lo que se esperaba que en marzo de 2018 el uso de la autopista aumentase ya que tanto el Jueves como el Viernes Santo cayeron a finales de mes. Pero no fue así. Este periodo vacacional, en el que hay más desplazamientos, no supuso un incremento de los vehículos que circularon por la AP-9.

El mal dato de marzo afectó al primer trimestre, que se cerró con una disminución del tráfico del 1,6%. Fue la primera vez que el uso de la vía bajó entre enero y marzo en los últimos tres ejercicios. El año pasado ese mismo efecto Semana Santa supuso un incremento del 8,8%, el doble de la media anual, y el porcentaje más elevado de la última década.

El descenso de marzo también rompió una tendencia de 22 meses en los que el tráfico de la AP-9 no había parado de aumentar. Si no hubiese sido por la bajada del 0,1% de abril de 2015 debido al efecto de la Semana Santa habría enlazado 42 meses (tres años y medio) con aumentos consecutivos.

El aviso negativo de marzo se repitió en abril y se confirmó en mayo. La Intensidad Media Diaria (IMD) en el cuarto mes del año fue de 20.391 vehículos, un 11,9% menos que en el ejercicio anterior, y en mayo, de 20.818, un 7,9% menos. Fue el peor mes de mayo de los últimos cuatro. Fue también el porcentaje más alto de las 27 autopistas españolas, si se exceptúan dos de las radiales de Madrid (la de Navalcarnero y la de Ocaña).

El año había empezado bien para la AP-9. En enero circularon de media al día 20.574 vehículos, (+4,3%) y en febrero, 21.550, (+4,1%). Pero en los tres meses siguientes su uso ha caído y amenaza con que 2018 sea negativo.