Cinco años después del accidente ferroviario de Angrois que causó la muerte de 81 pasajeros y dejó heridos a otros 144, las víctimas del Alvia volvieron ayer a la estación de trenes de Santiago para manifestarse una vez más por las calles de la capital gallega en busca de "verdad, justicia y responsabilidades políticas". "Es hora de que empiece a haber dimisiones y ceses", clamaron señalando a PP, PSOE, Renfe y Adif.

A pesar del tiempo transcurrido desde el accidente en la curva de A Grandeira, la causa sigue abierta en el juzgado y la comisión de investigación en el Congreso ha arrancado hace solo dos semanas. Las víctimas no ven avances y mantienen vivas sus reivindicaciones. Las mismas que desde hace cinco años reclaman en la calle, en los juzgados y en la Comisión Europea. "Nadie ha pedido perdón, solo el maquinista", lamentó el portavoz de la plataforma, Jesús Domínguez.

Los afectados denuncian que las instituciones les "han fallado". "Si no llega a ser por la lucha de las víctimas y gracias a Europa, que nos trataron como a verdaderos ciudadanos, mientras aquí el Gobierno y el Ministerio de Fomento han ocultado y han echado tierra encima mintiendo a las víctimas y a todos los ciudadanos", se quejó Domínguez, haciéndose eco del malestar de los afectados. "Si no llega a ser por nuestra lucha y por Europa, esto estaría cerrado", afirmó con convencimiento y resignación Domínguez.

Apoyo político

Recorrieron las calles de Santiago, acompañados de responsables políticos que secundaron la manifestación, entre ellos miembros de En Marea (incluidos dirigentes de Podemos, Anova, Compostela Aberta y EU), así como del BNG y de Ciudadanos. No acudió, sin embargo, ningún representante del PP ni del PSOE.

A su llegada a la plaza do Obradoiro, otra de las integrantes de la plataforma, Cristina Lires, que perdió a su hijo en el accidente e intervino hace dos semanas en la Cámara baja, exigió "tener la última palabra" en la comisión de investigación. "Nos la merecemos", defendió.

La víctimas acusan al exministro José Blanco de publicitar "a bombo y platillo" la inauguración de la línea Ourense-Santiago con un incremento de velocidad y con el sistema ERTMS. "Y se ha comprobado que era mentira como lo demuestran los 81 muertos", denunció Domínguez. También reprochó a la presidenta del Congreso y exministra de Fomento, Ana Pastor, que "prometiera en sede parlamentaria colaboración con la Justicia, pero no entregase papeles superimportantes que han aparecido cuatro años después", subrayó.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se refirió a la tragedia durante la entrega de las Medallas de Galicia. "La comunidad seguirá teniendo siempre presente a las víctimas", señaló. Por su parte, el ministro de Fomento en el Gobierno de Pedro Sánchez, José Luis Ábalos, prometió reunirse con las víctimas el próximo mes de septiembre.

El secretario xeral del PSdeG, Gonzalo Caballero, expresó ayer su "solidaridad y apoyo" con los afectados y mostró su confianza en que "se esclarezcan las causas de lo ocurrido".

Para el portavoz de En Marea, Luís Villares, deben quedar "inhabilitadas políticas del oportunismo, basadas en la construcción en ciclos electorales sin pensar en la seguridad".

Por su parte, la líder del BNG, Ana Pontón, reivindicó "el derecho de las víctimas a cerrar heridas y mirar hacia adelante".