200 euros y retirada de tres puntos. Es la actual sanción para los conductores interceptados con el móvil al volante. Pero la DGT trabaja desde hace meses en el nuevo catálogo de multas y en la revisión del sistema de créditos, en vigor desde hace ya 12 años, con un mayor castigo para una de las conductas que más cuesta corregir en carretera: las llamadas de teléfono y el envío de mensajes. Dos, como mucho tres infracciones de este tipo bastarán para dejar el saldo de puntos a cero -los profesionales disponen de 12 y los noveles arrancan con ocho-. En consecuencia, tendrán que volver a la autoescuela a realizar un curso de reeducación vial y examinarse para poder ponerse de nuevo al volante. Así lo anunció ayer el director de Tráfico, Pere Navarro, que sopesa subir los tres puntos actuales a entre cuatro y seis la sanción por "chatear" con el móvil mientras se conduce ya que -advirtió- es "el tema de máxima alarma y de alguna manera tendrá que tener su reflejo".

Una distracción al volante se traduce en una distancia recorrida a ciegas de entre 100 y casi 700 metros. El uso del móvil concentra el grueso de las distracciones sancionadas en las carreteras gallegas: más del 90% de las infracciones por despistes son por atender llamadas al volante o utilizar el WhatsApp. Y desde hace ya dos años son la primera causa de la accidentalidad mortal (36% de los ocurridos en la red viaria de la comunidad), por delante del alcohol y la velocidad.

Desde la entrada en vigor del carné por puntos en verano de 2006, el uso del teléfono móvil al volante deja un reguero de más de 126.000 sanciones en Galicia, según datos a cierre de 2017 facilitados por la Jefatura de Tráfico de A Coruña. Un balance que se traduce en una media de 30 automovilistas multados cada día por utilizar el teléfono mientras conducen y que se convierte en el cuarta infracción que acumula más denuncias que acarrean la retirada de puntos, por detrás de la velocidad -más de 180 cada día-, no uso del cinturón de seguridad -35 diarias- y el consumo de alcohol -34 al día-.

"No es un problema nuestro, está generalizado en Europa y hay que darle visibilidad y la importancia que tiene", detalló ayer el director de la DGT, al tiempo que advirtió de que incluso es "mucho más nocivo hablar con el manos libres por la distracción que supone para la cabeza que tener el móvil en la mano". "Los que trabajamos en seguridad vial decimos que el manos libres no ha sido una buena idea, lo que pasa es que la novedad, la tecnología y las empresas que hay detrás nos pasó por encima a todos", apuntó Navarro, quien propone como mejora para la seguridad vial que los navegadores no admitan programar una dirección si el vehículo ya está en marcha. No obstante, el director de Tráfico confía en que los fabricantes de móviles acabarán instalando un "modo coche" que algunos teléfonos ya lo incluyen pues -reflexionó- "tienen una cierta responsabilidad todos los que están alrededor de este negocio".

En el punto de mira de la DGT también están los conductores reincidentes por alcohol o drogas. Una de las opciones que se plantean en Tráfico para sacar de la carretera a este tipo de infractores pasa por la retirada del carné hasta que las autoridades sanitarias confirmen que han superado su dependencia o abuso de estas sustancias. Navarro destacó que se vaya a reducir la tasa de alcohol ya que, según detalló, países de Europa con tasa cero no han tenido mejores resultados. "Y grandes referentes como Suecia, Reino Unido y Holanda tienen la misma tasa que España", argumentó.