Cientos de empleados de cárceles gallegas se concentraron ayer para denunciar la "falta" de personal en los centros penitenciarios y de formación ante agresiones de reclusos, que han "aumentado de forma alarmante" en los últimos años mientras que el protocolo de actuaciones "no previene" estos ataques.

Las protestas fueron convocadas por UGT, CCOO y Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip), y fueron secundadas en todas las cárceles españolas, entre ellas Teixeiro (A Coruña), A Lama (Pontevedra), Pereiro de Aguiar (Ourense), Bonxe y Monterroso (Lugo). De acuerdo con datos de las tres organizaciones, en 2018 se denuncia "una agresión cada día" en los centros penitenciarios españoles.

Los funcionarios penitenciarios demandan, según informó el portavoz de Acaip, Nacho Gutiérrez, además de "mejoras retributivas", tres medidas "urgentes" al Gobierno central. La primera de ellas, la consideración de estos trabajadores como "agentes de la autoridad", un rango del que aún no disponen.

En segundo lugar, censuró que "en los últimos años, las prisiones se han convertido, de cierta manera, en centros psiquiátricos" en los que "un gran porcentaje de los internos" padecen alguna de estas patologías. En tercer lugar, proponen "revisar y modificar" el protocolo específico de actuación frente a las agresiones (Peafa), aprobado hace año y medio, al que considera "ineficaz". "Ante una situación violenta, si no hay lesiones de un compañero, no lo consideran agresión", sentencian.