No solo en los establecimientos reglados flojeó el mes de julio, algo atribuible a la meteorología adversa. Pasó lo mismo en los pisos turísticos, una modalidad que cada vez está más en auge en la comunidad gallega. La Asociación de Viviendas Turísticas de Galicia (Aviturga) constata que la ocupación media fue del 75%, pero que se ha registrado un leve descenso con respecto al pasado año. En todo caso, los mejores resultados de estas estancias cortas se produjeron en destinos urbanos como A Coruña, Vigo, Pontevedra y Santiago, por encima del 80% de plazas ocupadas.

A comienzos de año las previsiones eran más optimistas, según reconoce el sector, ya que las reservas comenzaron a producirse con mucha antelación con respeto a otros años. En mayo y junio, meses que concentran el grueso de las reservas para el verano, la demanda se ralentizó. "La mejora del tiempo dejó unos resultados aceptables, gracias sobre todo a las reservas de última hora", destaca la presidente de Aviturga, Dulcinea Aguín.