Tras un accidente de tráfico un hombre es ingresado en Urgencias de un hospital con una lesión cervical. A las pocas horas recibe una llamada de una gestora, que dice contactar con él de parte de su compañía de seguros, y le indica el centro médico al que debe dirigirse para pasar las consultas médicas y posterior rehabilitación. Si el lesionado se niega y asegura que prefiere ser tratado en el hospital en el que se encuentra, la gestora le avisa de que en ese caso la aseguradora no se hará cargo de los gastos. Si se va a la clínica indicada se encontrará con profesionales contratados en precario, que escatimarán pruebas y le aplicarán sesiones exprés de fisioterapia para darle el alta lo antes posible. Así lo advierten los hospitales privados gallegos, que denuncian como cada vez son más habituales estas prácticas. Las compañías de seguros intentan recortar los gastos sanitarios de los accidentados de tráfico recurriendo a estas empresas intermediarias que les garantizan bajar los costes médicos contratando a clínicas low cost.

Estos centros funcionan al margen del convenio que firma la patronal de los seguros, Unespa, con 200 hospitales y un millar de clínicas en España (Convenio de Asistencia Sanitaria, CAS). No respetan, por lo tanto, las tarifas estipuladas en este acuerdo y tiran los precios. Por ejemplo, si por un traumatismo de columna, que representa casi el 90% de las lesiones de tráfico, el precio estipulado dentro del convenio es de 680 euros, en estas clínicas low cost se paga solo 200 euros, tres veces menos. Y si un fisioterapeuta cobra 25 euros la consulta, en una de estas clínicas les pagan cinco euros por sesión, según denuncia la Asociación de Hospitales Privados de Galicia (Ahosgal).

"La calidad asistencial corre riesgo. Existe un riesgo de cara a la seguridad del paciente", denuncia José Ramón Santamaría, gerente del Hospital Vithas Nuestra Señora de Fátima (Grupo Vithas) y miembro de la Mesa Negociadora del Convenio de Tráfico.

Desde el Instituto Atlántico del Seguro (Inade),una fundación de estudios en la que participan varias aseguradoras, confirman que es "cada vez más habitual" que se recurra a estas gestoras de tráfico. Lo justifican en que no todas las compañías de seguro tienen oficinas en Galicia y delegan en estas empresas intermediarias que están "más a pie de calle". Los colegios médicos gallegos, sin embargo, han denunciado la "precariedad" que sufren los profesionales que trabajan para las aseguradoras.

Las gestoras que operan en la comunidad gallega ofrecen a las compañías de seguros, según consta en su web, "un control médico real del lesionado para eliminar cualquier alargamiento del tratamiento o prueba complementaria innecesaria, repercutiendo positivamente en los gastos médicos". Las compañías deben pagar al accidentado de tráfico una indemnización por cada día que esté de baja, de ahí que se intente acelerar el alta. Desde Ahosgal recuerdan que las víctimas de accidentes de tráfico cubiertas por el seguro tienen derecho a elegir hospital. La problemática con las gestoras de tráfico ha sido abordada ya con Unespa y se ha llegado al compromiso de intentar evitar la contratación de estas intermediarias a partir de 2019.