Por sexto mes consecutivo el precio de la leche en Galicia vuelve a bajar hasta situarse en 30,4 céntimos en junio, según los datos publicados ayer por el Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA). Se trata de la cifra más baja en diez meses, ya que hay que remontarse a agosto de 2017 para encontrar una cuantía menor, con 30,3 céntimos. En lo que va de año, las tarifas en el lácteo gallego han seguido una tendencia descendente y respecto a los 32,2 céntimos con los que se cerró 2017, son dos céntimos menos. Aunque parezca una diferencia insignificante por litro, esto se traduce en pérdidas relevantes al mes en las granjas lácteas de la comunidad. Cobrar el litro de leche a 30,4 céntimos en lugar de hacerlo a los 32,2 del pasado diciembre ha supuesto para los ganaderos perder 1.651 euros al mes, o lo que es lo mismo, 412 a la semana. Y eso que la producción láctea en el primer semestre aumentó de los 224.121 a las 231.959 toneladas, lo que implica una subida del 4%.

La caída de los precios se produce también a nivel estatal, al pasar de los 31,6 a los 31,3 céntimos y se da también en otras áreas de la España Verde vitales para la producción láctea, como Cantabria y Asturias. La comunidad cántabra, cuyos ganaderos llegaron a cobrar 33,6 céntimos por litro en diciembre está ahora con un precio incluso más bajo que Galicia, a 30,3 céntimos. Asturias, por su parte, muestra una caída aún más pronunciada: si en mayo sus granjas cobraban 34,1 céntimos, ahora están en los 33,9.

Galicia ya no es la autonomía con el precio lácteo más bajo. Ocupa ese puesto Baleares, con 29,1 céntimos por litro y también por detrás de la comunidad gallega Cantabria y Aragón, con 30,3 céntimos en ambos casos. Las explotaciones gallegas se sitúan en el cuarto puesto por la cola. La comunidad sigue en los últimos puestos peses a que se ha recortado el número de ganaderos con entregas y el volumen de leche declarada, con lo que la excesiva oferta no es un motivo para que la leche volviese a bajar.

En junio, el FEGA contabiliza 7.792 ganaderos en Galicia con entregas. Son 50 menos que en mayo y, también, 466 menos que hace un año. Es la autonomía que ha perdido más productores, puesto que la secunda Asturias. En todo el Estado, dejaron de declarar leche 73 explotaciones en un mes.

En cuanto al volumen de producción, a nivel estatal los compradores declararon 601.785 toneladas, por debajo de las 637.923 de mayo. La caída es generalizada y, de nuevo, tiene especial incidencia en las granjas gallegas. De ellas han salido 178.212 toneladas, casi 11.000 menos que en mayo. En Cataluña, la siguiente autonomía con más pérdida de producción, ésta se recortó en cerca de 6.000 toneladas, para declarar 72.615. El informe del FEGA distingue entre la leche declarada por los compradores y la producida. Los ganaderos gallegos produjeron 231.959 toneladas, casi el 39% del global estatal.