Dos de cada diez muertes en la carretera podrían evitarse si se respetasen los límites de velocidad y en Galicia estos casos se concentran en las carreteras convencionales, donde se producen el 90% de los siniestros mortales. Debido al repunte de las infracciones por pisar de más el acelerador en los últimos años, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil lleva a cabo varias campañas de vigilancia a lo largo del año para controlar que los conductores respetan los límites establecidos. Una de ellas se lleva a cabo esta semana, de forma que hasta el domingo se duplicarán los controles. Como es habitual en estas campañas, la Dirección General de Tráfico (DGT) invita a los concellos a colaborar porque la vigilancia se extenderá también a las vías urbanas.

La velocidad, ya sea por encima de los límites marcados o aunque sea dentro de ellos pero sin ajustarse a las condiciones de la vía, es la principal causa de mortalidad en las carreteras españolas. Las estadísticas del año pasado de la DGT revelan que 400 personas fallecieron en España en accidentes de seguridad vial en los que la velocidad fue uno de los factores determinantes del siniestro.

En una campaña similar llevada a cabo por la Agrupación de la Guardia Civil de Tráfico en la red viaria gallega el pasado abril, se detectó un aumento de la velocidad con hasta 590 automovilistas interceptados cada día, lo que supone un 5,3% más en comparación con el mismo mes del ejercicio anterior. Y en los controles realizados hace casi un año -en la tercera semana de agosto de 2017- los agentes denunciaron a 3.990 conductores por encima de la velocidad permitida, lo que supone una media de 570 cada día y dos tan solo cada cinco minutos.

El exceso de velocidad es la infracción más frecuente en las carreteras gallegas y acapara más del 70% de las multas, seguidas del consumo de alcohol, una de las lacras de la accidentalidad viaria a la que en los últimos años se ha sumado el consumo de drogas. En este sentido, Galicia también ocupa el podio de las comunidades que registran más sanciones por incumplir las señales de la velocidad máxima permitida, solo por detrás de Andalucía y Castilla y León.

La velocidad excesiva o inadecuada es, por tanto, uno de los elementos clave en la incidencia en la siniestralidad vial, la gravedad y el grado de lesión de las víctimas. En uno de cada tres accidentes es una causa clave que aumenta tanto el riesgo de sufrir un percance como la probabilidad de sufrir lesiones o incluso perder la vida. Así lo demuestra el informe Velocidad y riesgo de accidente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). El estudio confirma que la posibilidad de fallecimiento de un peatón atropellado se multiplica por cinco cuando la velocidad de impacto pasa de 30 a 50 kilómetros por hora. Además, en vías interurbanas, reducir la velocidad en 5 km/h permite que los accidentes mortales bajen hasta un 30%. El informe también plantea como medida para que disminuyan los accidentes y las víctimas por esta causa, un límite de 70 km/h en las carreteras de separación entre los dos sentidos por el riesgo de choque frontal; y 50 km/h en zonas urbanas con intersecciones y áreas residenciales.