El presidente del consejo regulador de la Indicación Xeográfica Protexida (IXP) Castaña de Galicia, Jesús Quintá, advierte de que la plaga de la avispilla dejará unas pérdidas superiores a un 30%. "La situación -asegura- es muy complicada, porque es una plaga extensiva y devastadora que llegará, presumiblemente, a todas las zonas de Galicia en las que hay castaño".

La plaga, detectada en 2014 en dos focos principales -Ourense y Lugo-, ya se ha extendido a casi el 90% de las plantaciones de la comunidad, la primera en producción de castañas de España con más de 200 toneladas anuales que suponen unos ingresos que superan los 100 millones de euros.

Para tratar de combatir el depredador que amenaza la campaña de este año, tras la ruina de las dos anteriores -primero por las granizadas y luego por las heladas y la sequía-, la Consellería de Medio Rural ha reforzado la lucha biológica contra el insecto. La fórmula más efectiva es la suelta del parásito Torymus Sinensis. El himenóptero parasita las puestas de huevos de la avispilla y limita su proliferación en los bosques de castaños. "Es efectiva pero no acaba con ella de inmediato, es a largo plazo", sostiene Quintá.

En Galicia, por el momento, se ha conseguido lograr una suelta parcial. "Esperamos tener el beneplácito para obtener una suelta total; se soltaron 700.000 unidades y esperamos alcanzar el millón y medio", avanza.

En relación a las pérdidas, Quintá precisa que en otros países mediterráneos como Italia acabó "con un 90% de la producción". "Si aquí en Galicia el total de pérdidas supone un 30%, para nosotros sería un éxito, pero vaticinamos que va a ser mucho más", apuntó.

En el conjunto de España, la plaga ha afectado de manera considerable a comunidades como Cataluña o Andalucía y también a la comarca del Bierzo, en León. "Lo peor es que no va a tardar en llegar a Extremadura y otras zonas", concluye Quintá.