Solo entre hoy en mañana se realizarán más de 300.000 desplazamientos por las carreteras gallegas. El puente del 15 de agosto y el sinfín de fiestas patronales por toda la geografía gallega convierten esta semana en una de las más conflictivas en carretera, ya que coinciden los que regresan de vacaciones con quienes las empiezan y los que viajan a su pueblo, la localidad vecina en fiesta o a zonas de ocio para disfrutar del descanso. Como en años anteriores, la Agrupación de la Guardia Civil de Tráfico montará dispositivos de control en cualquier tipo de vía y a cualquier hora. Pero en esta ocasión habrá más pruebas de alcohol y drogas ante el elevado número de positivos detectados en Galicia, la segunda comunidad con más conductores interceptados ebrios -por detrás de Andalucía- y la tercera con más sanciones por ponerse al volante tras haber consumido cocaína, hachís, cannabis o psicofármacos -por detrás de Andalucía y Comunidad Valenciana-.

En la comunidad se harán una media de 5.000 pruebas de alcohol y drogas cada día, el doble que las realizadas en el puente del 15 del año pasado. El objetivo es reducir la accidentalidad ocasionada por los conductores que circulan tras haber consumido alcohol o cualquier otra sustancia psicotrópica. "Los controles se realizarán a cualquier hora del día y en cualquier carretera, especialmente en vías convencionales y en aquellas en las que el índice de siniestralidad sea elevado", según apuntan desde la DGT. En Galicia, las carreteras secundarias concentran más del 90% de los siniestros de tráfico mortales.

Las estadísticas revelan la incidencia del alcohol y las drogas en la conducción. El 25% de las muertes en carretera en Europa están relacionadas con el alcohol, mientras que solo el 1% del total de kilómetros recorridos son conducidos por personas con 0,5 gr/l o más de alcohol en sangre. Doce de cada 100 automovilistas reconocen que se ponen al volante tras haber ingerido alcohol y/o drogas.