Entre las misiones que se le encomiendan a la Real Academia Galega en el mismo contrato, están las relacionadas con la incorporación de nuevos lugares en el Nomenclátor de Galicia. Ese compendio, que recoge todas las denominaciones de la comunidad, está actualizando su edición de 2003 y requiere comprobar si existen duplicidades, si las denominaciones son correctas y si los espacios a los que se refieren están bien georreferenciados en el mapa.

En este caso, la tarea asignada consiste en estudiar 1.500 topónimos de las provincias de Ourense y Pontevedra para valorar su inclusión en el nuevo Nomenclátor como entidades de población. El pliego de prescripciones técnicas señala que una vez aclarada la categoría poblacional de cada uno de ellos, se dictaminará la forma lingüística oficial para los que se sumen a la base de datos. El Nomenclátor recopila ya más de 38.000 topónimos.