La recuperación del mercado inmobiliario no solo es una buena noticia para el sector sino también para las arcas públicas que el año pasado vieron cómo se incrementó su recaudación gracias al Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales (ITP) que grava las compras de inmuebles de segunda mano a otro particular. En Galicia la compraventa de pisos aumentó en 2017 en un 8,7% hasta las 14.594 operaciones y, de ellas, unas 11.008 -más del 75%- eran precisamente viviendas usadas. Eso explica que la aplicación del 10% para este gravamen permitiese una mayor recaudación debido al aumento de las transacciones.

En Galicia los ingresos tributarios por este impuesto aumentaron en un 12% con una recaudación de 27 millones de euros más, al pasar de 224 a 251 millones en un año. Se trata de la segunda cifra más elevada en el último lustro, solo por detrás de los 260,4 millones recaudados en 2016, según los datos de la Agencia Tributaria recogidos por el Instituto Galego de Estatística (IGE).

Aún así, en comparación con los datos referentes a antes del estallido de la boom del ladrilloboom, los ingresos por el ITP se sitúan un 40% por debajo de los casi 400 millones que se obtenían por este tributo en 2008. Pero sí se ha registrado una evolución positiva frente al trienio de 2012 a 2014 en el que el sector tocó fondo. El resultado más bajo se obtuvo en 2016 con apenas 67,8 millones derivados de la tributación por la compraventa de viviendas usadas.

La tendencia es similar en las cuatro provincias gallegas. A Coruña concentra la cuarta parte de la recaudación autonómica con 111 millones, un 9% más que en 2016 y, por tanto, el aumento menos destacado en la comunidad. El mayor crecimiento se registró en Lugo con un 26% más de ingresos el año pasado: un total de 27 millones de euros. En una posición intermedia se sitúan Ourense y Pontevedra, al repuntar los beneficios por este impuesto en torno al 15% hasta alcanzar los 20 y los 91 millones de euros respectivamente en 2017. Pero en las cuatro provincias, al igual que a nivel autonómico, los resultados distan todavía bastante de los ingresos anteriores a la crisis del ladrillo y en todos los casos, la recaudación se sitúa entre un 30% y un 40% por debajo a la de hace una década.

Otro de los motivos que explican el aumento de las cuantías tiene que ver con la subida desde mayo del año pasado de un 2,9% en los precios medios con los que la Xunta valora los bienes que se declaran en el ITP. El Gobierno gallego aplicó esta medida para paliar los descensos de los últimos años por la parálisis del mercado inmobiliario y que, según sus datos, dejaron un recorte del 49% desde 2012. La Xunta justificó en su día el incremento por la tendencia de la recuperación de los precios de la vivienda desde 2016. Pero el pasado junio recibió un revés del Tribunal Supremo, que rechaza que autonomías como Galicia hallen la base imponible de este tributo de multiplicando el valor catastral por un coeficiente y llama a realizar comprobaciones in situ.

El Impuesto de Transmisiones Patrimoniales que afecta a la compraventa de casas usadas depende de la cuantía del precio escriturado y la ubicación. Los futuros propietarios pueden pagar de un 4% a un 10% del precio por este tributo en función de donde vayan a vivir. Galicia, junto a Cataluña , Cantabria y Comunidad Valenciana son las auto nomías con el ITP más el evado. Pa ís Vasco , por e l contrario, es la que tie ne el más reducido con un 4%, seguida del 6% de Navarra y Madrid . En Canarias, el tip o habitual es el 6, 5% y en La Rioja, el 7%. En Andalucía, Extremadura, Aragón, Asturias, Baleares, Murcia y Castilla y León se aplica un 8%, cifra que sube al 9% en Castilla-La Mancha.

Para entender las diferencias que supone para el bolsillo, el portal inmobiliaro idealista hizo el cálculo de cuánto dinero supondrían los impuestos y gastos para una vivienda usada de 150.000 euros aplicando esos distintos niveles de ITP. Según el simulador de idealista/hipotecas, en cualquier provincia de la comunidad gallega, así como de Cataluña o Comunidad Valenciana, con un ITP del 10%, el coste se elevaría en unos 20.700 euros, disparando por encima de 170.000 euros el importe final de la operación. De esta forma, en autonomías como Galicia se pagarían unos 10.700 euros más en concepto de impuestos y gastos que en País Vasco -que tiene el tipo más bajo con un 4%- por una casa del mismo precio, y unos 7.300 euros más que, por ejemplo, en Madrid, cuyo gravamen es del 6%.

Sin embargo, por comprar una vivienda de segunda mano en el País Vasco se pagarían unos 10.000 euros por los gastos e impuestos; de ellos, unos 6.000 euros serían por el ITP. Por tanto, el coste total de la compra ascendería a 160.000 euros. En el caso de Madrid y Navarra se abonarían unos 13.400 euros por los gastos y los impuestos. De dicha cantidad, la mayor parte se correspondería con el ITP: unos 9.000 euros. Con estos tributos, el precio total de la casa se elevaría por encima de 163.400 euros. Si la vivienda estuviera en Extremadura, Andalucía o Castilla y León, donde el ITP es del 8%, los impuestos y gastos supondrían unos 17.600 euros, de los que 12.000 euros vendrían del tributo sobre las transmisiones patrimoniales. Así, el coste total rondaría los 167.600 euros.