La Lei de Benestar Animal que entró en vigor el 11 de enero establece que "identificar" a los perros es "obligatorio sin excepción". Y el dueño debe hacerlo en sus tres primeros meses de vida y, en todo caso, antes de ser objeto de transmisión, es decir de cambio de propietarios. ¿En qué consiste la identificación? Hay que marcar el perro con un chip, obtener el documento de identificación e inscribirlo en el Rexistro Galego de Identificación de Animais de Compañía (Regiac).

En ese registro, se incluirán el código identificador del animal, el número de pasaporte sanitario en los casos que sea preceptivo, la especie y la raza, el sexo, la fecha de nacimiento y la dirección habitual del animal, junto con los datos de su dueño. Cuando el perro cambia de propietario, se debe comunicar en diez días.

En caso de animales potencialmente peligrosos, hay que obtener previamente una licencia administrativa municipal, que tiene validez por cinco años y deberá ser renovada periódicamente. Tras este permiso, lo dueños pueden anotarlo en el Registro Municipal de Animales Potencialmente Peligrosos.