Galicia vivió ayer otra jornada de sol y calor. En casi toda la comunidad los termómetros marcaron más de 30 grados en la jornada de ayer. El valor más elevado se alcanzó, como es habitual en estos días, en la localidad ourensana de Arnoia con 40,8 grados. También se superaron los 40 grados en el concello pontevedrés de Arbo, mientras que Tui (Pontevedra) y Leiro (Ourense) estuvieron a punto de lograr esa marca. En cuanto a las grandes ciudades, destaca Ourense con casi 38 grados, si bien la capital gallega y Pontevedra superaron los 35. En una posición intermedia en Lugo y Vigo estuvieron a más de 32, solo un grado más que en A Coruña y Ferrol. En muchas localidades de las Rías Baixas y Ourense el mercurio se pasó de los 35 grados y en el resto de la comunidad las máximas oscilaron entre los 30 y los 35.

Solo la Mariña lucense, algunos concellos del litoral norte de A Coruña como Narón, Ortigueira, A Capela o Cariño y zonas de montaña como Manzaneda se quedaron al margen de esta subida generalizada de los termómetros. El caso más llamativo es el del ayuntamiento lucense de Burela, donde ni siquiera se llegó a los 20 grados de máxima, el mismo valor que registraron las temperaturas mínimas en gran parte de la costa gallega.

Aunque la alerta amarilla continuará hoy -pero solo en la zona del Miño en Ourense- la situación cambiará con la entrada de aire frío, que traerá inestabilidad con nubes y nieblas por la mañana y por la tarde incluso algunas tormentas de verano en el sudeste de Galicia. Mientras que las mínimas se mantendrán entre los 17 y los 20 grados, las temperaturas máximas empezarán a bajar. Hoy el descenso será leve con una media de dos o tres grados, por lo que en el interior gallego y en las Rías Baixas, el mercurio aún puede sobrepasar de nuevo los 30 grados.

Mañana continuará la retirada de aire cálido de jornadas anteriores al cobrar protagonismo el aire húmedo desde el norte, que en esta ocasión, provocará nubosidad todo el día y lloviznas en el litoral. Los termómetros bajarán de nuevo de tres a cinco grados más, al mismo tiempo que las mínimas se mantendrán, lo que reducirá la diferencia entre los valores más altos y los más bajos. El viernes se producirá otra bajada similar, por lo que ese margen será menor todavía. De hecho, en A Coruña el viernes apenas habrá variación con máximas de 21 grados por el día y mínimas de 17 por la noche. Y será otra jornada en la que habrá que estar pendiente del cielo porque no se descartan lluvias débiles por la mañana.

El mayor descenso se espera para el sábado y tanto en las máximas como en las mínimas. Así, A Coruña y Ferrol no marcarán más de 21 grados, en Santiago y Lugo el mercurio estará por debajo de los 23 grados y en las Rías Baixas y Ourense se alcanzarán como mucho los 26 grados. Las temperaturas, por tanto, distarán bastante de los 30 grados -o hasta 40 en algunos casos- de ayer. Pese a la inestabilidad en lo que queda de semana, ya desde el domingo se empezará a recuperar otra vez la influencia anticiclónica para arrancar otra semana de sol. Las temperaturas subirán de forma paulatina pero aún así no se esperan máximas de más de 30 grados como estos días.