Más de un año después de la sentencia del Tribunal Constitucional que anula el impuesto de plusvalía municipal en las operaciones a pérdidas en suelo urbano (ventas de pisos o garajes, herencias, donaciones o permutas), ayuntamientos y contribuyentes siguen a la espera de la reforma que determine quiénes quedarán exentos del tributo y cómo deberán justificar que la transacción no les ha generado ganancia alguna. Ante las miles de reclamaciones interpuestas por los afectados en los consistorios de toda la geografía española y, en cada vez más juzgados tras ser desatendidas por el gobierno local de turno, los alcaldes ya han echado mano de la calculadora para conocer el impacto del tijeretazo que sufrirán en la recaudación. ¿Los motivos del recorte? Ya no solo por el fallo del Constitucional, que ha movilizado a los contribuyentes con quejas en los ayuntamientos y recursos en los tribunales, sino también por la lenta recuperación del mercado inmobiliario, que en Galicia apenas ha remontado vuelo desde que estalló la crisis con una caída en picado de las ventas y de los precios.

Los ayuntamientos gallegos calculan que cerrarán 2017 con una recaudación de poco más de 33,4 millones por el impuesto de plusvalía, un 30% menos que la liquidación definitiva de los presupuestos del ejercicio anterior: 47,6 millones de euros, una recaudación récord que supone un 50% más que en pleno boom del ladrillo.

"Esta previsión responde a la prudencia de las administraciones locales", explica el presidente de la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) y también alcalde de O Barco, Alfredo García. Tras destacar los seis años consecutivos con superávit en los ayuntamientos, García alude a la "previsión realista y ajustada" que hacen los consistorios en todos los ingresos. "Los concellos somos muy prudentes, no hacemos unos presupuestos expansivos que después no permitan cubrir objetivos; si lo hacemos al revés el problema no existe", concluye García, quien intuye que tanto por la sentencia del Alto Tribunal sobre las operaciones que generen minusvalía como por la "evolución lenta de las ventas", los ayuntamientos cerrarán 2017 con una caída de ingresos por este tributo.

Bien es cierto que en los presupuestos de 2016 los ayuntamientos gallegos habían calculado que recaudarían poco más de 31 millones por la plusvalía, un tributo cuya regulación es de carácter estatal pero que aplican las administraciones locales -en Galicia lo aplican 115 concellos-. Finalmente, la recaudación se quedó 16,6 millones por encima de la estimación inicial.

"Ya es hora de dotar de seguridad jurídica a los ayuntamientos y a los ciudadanos, reclama Alfredo García en relación a la reforma del impuesto de plusvalía que echó a andar en el Congreso a escasos días de la moción de censura que llevó a Pedro Sánchez a la Moncloa. " A ver si por fin se hace, porque se debía haber resuelto en dos meses", reprocha el alcalde de O Barco al anterior Gobierno de Rajoy tras las sucesivas sentencias del Alto Tribunal en el primer semestre del año pasado sobre la nulidad del impuesto en operaciones sin ganancia.

Franjas de población

Las ciudades y los concellos de entre 20.000 y 50.000 habitantes serán los que soportarán la mayor caída en sus arcas municipales en el impuesto de plusvalía, en ambos casos un 34%, según los presupuestos de las entidades locales de 2017. En las urbes los ingresos previstos por operaciones en suelo urbano alcanzan los 16,9 millones, el 50,6% de la recaudación total en la comunidad por este gravamen. Le siguen en volumen de ingresos los concellos de entre 50.000 y 100.000 vecinos, con 6,1 millones, que supone una caída del 20,4% respecto a los fondos recaudados el año anterior. Los municipios de entre 20.000 y 50.000 habitantes estiman una recaudación de 4,4 millones y las localidades de entre 5.000 y 20.000 vecinos el descenso en la plusvalía superará el 21% -con 5,6 millones de ingresos previstos-. Finalmente, los ayuntamientos por debajo de los 5.000 habitantes esperan percibir 291 millones, casi un 9% por debajo de la liquidación del ejercicio anterior.