El aceite industrial es un residuo que, por su toxicidad, su escasa biodegradabilidad y sus efectos sobre la salud y el medioambiente, es considerado peligroso y muy contaminante.

Los vertidos incontrolados de estos tipos de aceites provocan efectos nocivos sobre el agua y la tierra, y su combustión incontrolada conlleva la emisión a la atmósfera de gases tóxicos (con cloro, plomo?), con efectos muy negativos y que pone en riesgo la supervivencia de especies vegetales y animales, que en algunos casos están en peligro de extinción.

Por ello, desde el punto de vista ambiental, es importante la recuperación del residuo en establecimientos que se ubican dentro de espacios protegidos, donde el riesgo es aún mayor.

En estos entornos, durante el pasado año se recogieron en la comunidad gallega 1.580 toneladas de aceites usados, que se generaron en 1.006 establecimientos (como instalaciones que se encuentran en paradores de turismo, empresas de gestión de agua, clubes náuticos?), ubicados en 83 municipios con espacios protegidos.