Galicia es el séptimo destino turístico más demandado de España para pasar las vacaciones, por detrás de las islas Baleares y Canarias, Comunidad Valenciana, Andalucía, Madrid, Cataluña y Castilla y León. Pese a que en estas autonomías es donde más se está notando en los últimos años el boom de las viviendas de uso turístico que disparan el precio del alquiler residencial, es en la comunidad gallega donde más ha crecido el número de inmuebles destinados a segunda residencia para pasar las vacaciones, fines de semana o simplemente para alquilar. Mientras a nivel nacional el número de viviendas de este tipo se ha contenido en el último siglo con una reducción del 5%, en Galicia la cifra se ha elevado en un 23% al pasar de las 412.120 segundas residencias contabilizadas en 2001 a las 507.697 del año pasado, según datos del Ministerio de Fomento. Destacan también Cantabria y Murcia con un crecimiento del 22% en este segmento, a diferencia de Madrid donde más se redujo este mercado con un descenso de más de la mitad. O en Canarias, con un 36% menos de pisos para vacaciones pese a ser uno de los puntos más turísticos de la geografía española.

La casa de la playa, de campo o en el pueblo para los días de descanso está muy presente en Galicia, al igual que la compra de una segunda vivienda al margen de la habitual para alquilarla. De hecho, una de cada tres viviendas en la comunidad gallega son residencias de recreo. En concreto un 32% que representan los 507.697 inmuebles de este tipo frente a los 1,6 millones de edificios que integran el parque inmobiliario gallego. Solo superan esa proporción de viviendas no principales Castilla y León con casi el 40%, Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana con el 36%, Murcia (34%) y Extremadura (33%). La Rioja empata con Galicia con un porcentaje del 32%.

El informe de Fomento revela el tirón turístico de la costa gallega. La provincia coruñesa es la que dispone de más segundas residencias al contar con 192.494, seguida de las 119.672 de Pontevedra. Sin embargo, en números relativos son las provincias del interior gallego donde más peso tienen estas construcciones sobre el total de viviendas. Así, mientras en las Rías Baixas -donde se concentran gran parte de los pisos de particulares en alquiler para turistas- suponen la cuarta parte de la oferta y en A Coruña un tercio, en el caso de Lugo el porcentaje roza el 40%, con 86.389 inmuebles vacacionales o para alquilar de un total de 226.594. Y en Ourense el 45%, con 109.142 pisos de este tipo en un parque inmobiliario de 247.842 edificios. En este sentido, las zonas del litoral gallego se sitúan al nivel de provincias andaluzas con mayor demanda turística como Almería o Huelva, que superan el 30%, mientras que las del interior de la comunidad se equiparan a provincias de la costa valenciana como Alicante o Castellón, también muy turísticas, donde las segundas residencias representan más del 40%.

Sin tener en cuenta la diferencia entre si se trata de vivienda principal o no, Galicia cuenta en la actualidad con 1,6 millones de viviendas, un 23% más desde 2001, cuando se contabilizaban 1,3 millones de inmuebles. Esta evolución supone que en los últimos 17 años se han construido o rehabilitado 311.183 edificios nuevos. Pero el 60% de esas nuevas viviendas se crearon en la primera década del siglo -entre 2001 y 2007- con casi 200.000 pisos nuevos. Pero con la burbuja inmobiliaria y la crisis de ladrillo el ritmo de construcción se ralentizó, de forma que en la última década se crearon 111.257 pisos, el 37% restante.