En Marea pretende fijar mañana un calendario para renovar su dirección y liderazgo en un Consello das Mareas al que acudirá al menos una parte de los críticos, vinculados a mareas locales y Anova, con la cúpula de Luís Villares, rompiendo su habitual ausencia en estas reuniones como señal de protesta ante lo que consideran falta de pluralismo interno. Sin embargo, una parte del sector contrario a Villares, la de los miembros de Podemos, descarta acudir a la cita.

La reunión es la antesala del proceso orgánico que supondrá un nuevo pulso entre el bando oficialista y los críticos, que tendrá lugar antes las elecciones municipales de mayo, en las que el autodenominado "espacio de unidad popular" se juega sus tres grandes símbolos políticos -las alcaldías de A Coruña, Santiago y Ferrol- y su consolidación a nivel local.

Por otra parte, el portavoz de En Marea en el Congreso, Antón Gómez-Reino, defendió ayer la necesidad de que el Gobierno sitúe a Galicia en el centro de la agenda y le recordó a la ministra Meritxell Batet que los cinco votos de esta coalición integrada en Unidos Podemos son claves para la aprobación de los presupuestos de 2019.