El actual conselleiro de Política Social, José Manuel Rey Varela, confirmó ayer que regresará a la política municipal para ser candidato del PP a la Alcaldía de Ferrol, cargo que desempeñó entre 2011 y 2015, y confirmó lo que era un secreto a voces. Su movimiento hace girar las miradas hacia la Xunta, en la que se espera que el presidente Alberto Núñez Feijóo, remodele su equipo -el más longevo desde que alcanzó San Caetano en 2009- no solo con la salida de Rey Varela, sino también con la de la responsable de Medio Ambiente, Beatriz Mato, que sería cabeza de cartel en A Coruña por primera vez.

Hace cuatro años dos conselleiros de Feijóo también abandonaron el Consello para presentarse como primeros espadas del PP, además de Agustín Hernández, que asumió el gobierno de Santiago que luego no pudo revalidar en las urnas. Fueron Elena Muñoz en Vigo y Jesús Vázquez en Ourense, siendo este último el único regidor urbano actual del PP. Entonces, la crisis de gobierno se hizo esperar tras la proclamación. En este caso, fuentes de la Xunta sostienen que será inminente, pero consideran poco probable que se anuncie hoy.

Rey Varela anunció sus planes en un acto del PP de Ferrol en el que estaba previsto que confirmase que optaría a la reelección como presidente local del partido. Pero fue más allá. "Decidí dar el paso y presentarme nuevamente a la presidencia del PP de Ferrol para volver a ser vuestro alcalde", proclamó, según informa Europa Press. Justificó su vuelta a la escena municipal, que abandonó tras no poder revalidar el bastón de mando en 2015 al quedarse a dos ediles de la mayoría absoluta y tener que asumir la portavocía de la oposición, para iniciar "una nueva etapa".

En ese punto, argumentó la necesidad de tumbar al gobierno de Ferrol en Común, marea que debutó en 2015 y obtuvo seis ediles -ahora tiene cinco-, que le valieron para alcanzar el bastón de mando a Jorge Suárez con el apoyo de PSdeG -con el que gobernó en coalición poco más de un año hasta que rompieron- y BNG. "El futuro de Ferrol es de los ferrolanos y no podemos permitir que nos lo arrebaten con las batallitas partidarias o con mentiras", expuso.

Elevar su poder urbano es uno de los principales objetivos del PP, que solo dirige una de las siete urbes gallegas, Ourense, en un contexto político que ha variado por completo en verano tras el triunfo de la moción de censura que permitió al socialista Pedro Sánchez convertirse en presidente del Gobierno y causó el adiós de Mariano Rajoy, relevado por Pablo Casado al frente del PP.

Dentro de esta ambición, tumbar a las mareas en A Coruña, Santiago o Ferrol está marcado en rojo. Y esta última ciudad es la que le ofrece más posibilidades. En primer lugar, porque Ferrol en Común sufre tensiones internas que podrían provocar que el espacio presentase más de una lista. En segundo, porque es la marea que tiene menos porcentaje de ediles de las tres urbes coruñesas -cinco de 25-. Y en tercero, por el tradicional péndulo electoral ferrolano, que genera un cambio de gobierno cada cuatro años.

"Me entrego a Ferrol de lleno, sin reservas y sin segundas derivadas, sabiendo muy bien lo que supone este compromiso, en una entrega en la que dependo tan solo de los ferrolanos", expuso. Añadió que se presenta "evitar que los ferrolanos se tengan que ir de su ciudad en busca de una oportunidad laboral, para lograr que se integre en la red de ciudades más dinámicas del norte peninsular [?] y vuelva a estar presente en el mapa político de España y Galicia y no solo por los líos". "Me paraban por la calle, de todos los partidos, no solo del PP, y me animaban a presentarme", aseguró.

Su paso adelante se produce tras semanas en los que él y Beatriz Mato han centrado sus agendas institucionales en Ferrol y A Coruña, respectivamente, como detalló el portal Praza Pública, pero también un día después de que el edil popular Alejandro Langtry anunciase que dejará el concello por no compartir la línea de su partido, contraria, cree, a los intereses de la ciudad.