El pleno del Parlamento de Galicia acaba de aprobar el dictamen de la Comisión de Estudio sobre la reforma forestal. Fueron ocho meses de duro trabajo en los que tuvimos ocasión de escuchar las valiosas aportaciones de 60 comparecientes, que representan el conocimiento y la experiencia del conjunto de la sociedad civil gallega, y analizar un total de 53 informes. Comparecientes e informes propuestos por todos los grupos parlamentarios, en su mayoría por los de la oposición, pues el Partido Popular abordó esta comisión como una oportunidad para lograr un acuerdo de país sobre la problemática de los incendios y conseguir así que deje de ser motivo de confrontación política constante.

El resultado de los trabajos de la comisión es un dictamen plural, multidisciplinar y que profundiza en las causas estructurales de los incendios proponiendo soluciones, a través de un total de 123 recomendaciones, que van más allá de la extinción.

La necesidad de conseguir consensos en lo que afecta a nuestro monte y por extensión a nuestro rural fue perfectamente entendida por el PSOE gallego, que votó a favor del dictamen y tuvo una participación activa en la elaboración del mismo, consensuando buena parte de las recomendaciones.

Sin embargo, tanto En Marea como el BNG votaron en contra de un dictamen que recoge la práctica totalidad de sus reclamaciones, como lo demuestra el hecho de que en las votaciones previas al debate final votaron a favor o se abstuvieron en más del 90% de su contenido. No sé cuál fue la razón de su voto en contra: por posicionamiento ideológico, imposibilidad de apoyar nada que provenga del PP o escenificación para sus bases. Pero desde luego la motivación no es la de conseguir un medio rural vivo, dinámico, sostenible, multifuncional y en el que se genere actividad que proporcione rentabilidad económica y social para los propietarios rurales y para el conjunto de la ciudadanía gallega.

Queda mucho por hacer, pero tanto los partidos políticos que hemos apoyado este dictamen como la propia Xunta de Galicia, con su firme compromiso, sabremos estar a la altura de lo que nos demanda la sociedad civil gallega.