El sector inmobiliario en Galicia ha cogido velocidad de crucero. La compraventa de viviendas en la comunidad se disparó en julio y creció un 28,6% con respecto al mismo mes de 2017, lo que supone el segundo mayor incremento del Estado, después de Aragón, donde aumentó un 32%. Según los datos que publicó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE), el incremento gallego es 12 puntos mayor que la media española, que fue del 16,2%.

De las 1.428 viviendas vendidas en Galicia en el séptimo mes del año, la gran mayoría, 1.361, fueron libres, y las 67 restantes, protegidas. Mientras, 274 fueron nuevas y 1.154 usadas. En total, se transmitieron 3.090 viviendas, 1.428 de ellas a través de las compraventas, pero también 37 por donaciones, ocho mediante permuta, 691 a través de herencias y 926 por otro tipo de operaciones.

En los primeros siete meses del año, la compraventa de viviendas en Galicia se incrementó un 14% al pasar de 8.392 a 9.537. Sin embargo, aún está muy por debajo de los niveles anteriores a la crisis. En 2008, se compraron 16.251 casas en la comunidad entre enero y julio, un 42% menos que en el mismo periodo de 2018.

El crecimiento que se ha producido desde enero se debe a la compraventa de viviendas usadas. Estas han aumentado un 18%, mientras que las nuevas han caído un 2%.

Por otra parte, el precio medio de los alquileres en los ocho primeros meses del año está por debajo de los 500 euros al mes en todas las ciudades de Galicia, y, de media, por debajo de los 400, según los datos de las fianzas de alquileres presentadas en el Instituto Galego da Vivenda e Solo. En un comunicado, la Xunta indicó que, de media, las familias gallegas destinan menos del 20% de sus ingresos al pago de la vivienda en alquiler.

Estas cifras, según explicó el Gobierno gallego, justifican que el importe máximo de los alquileres que pueden recibir las ayudas de la Xunta sea de 500 euros en las principales ciudades de Galicia, y de 400 o 300 en el resto de ayuntamientos gallegos, en función del área territorial en que se encuentre cada ayuntamiento. Este precio máximo se puede incrementar en un 20% en el caso de familias numerosas o con discapacitados, de manera que, en estos casos, los alquileres podrán llegar hasta 600 euros al mes en A Coruña, Santiago, Ourense, Pontevedra y Vigo.

Al limitar el precio máximo de los alquileres que pueden obtener ayudas, la Xunta destacó que su objetivo es "reforzar" el carácter social de los mismos, "garantizando que las ayudas lleguen preferentemente a las familias más necesitadas".

Por ello, ese carácter, en consideración del Ejecutivo autonómico, se ve reforzado al limitar a 2,5 veces el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (Iprem) los ingresos máximos de los solicitantes, excepto en los casos de familias numerosas y familias con discapacitados, en las que los ingresos máximos pueden llegar a cuatro o cinco veces el Iprem, en función de las circunstancias de cada una.

Por lo que respecta a las fianzas de alquiler, según los datos del Observatorio de Vivenda de Galicia, entre enero y agosto de 2018 se depositaron en la Xunta un total de 18.965 fianzas de contratos de alquiler de viviendas, de los que casi el 60% (11.131 fianzas) corresponden a viviendas emplazadas en las siete grandes ciudades de Galicia, con A Coruña a la cabeza, seguida de Vigo y Santiago.

El precio medio del alquiler en Galicia fue en los primeros ocho meses del año de 396,99 euros al mes. Comparada esa cifra con los ingresos medios de los gallegos en 2017, según datos del Instituto Nacional de Estatística (INE), las familias gallegas que firmaron contrato de alquiler en los ocho primeros meses del año destinan al pago del mismo menos del 20% de sus ingresos medios. En las siete grandes ciudades gallegas los precios medios del alquiler hasta agosto oscilan, según los datos que reflejan los depósitos de fianzas, entre los 472,3 euros de Vigo y los 331,4 de Ferrol. En A Coruña, el precio medio del alquiler es prácticamente el mismo que en Vigo, con un euro de diferencia.

La Xunta indicó que los datos están extraídos de las 18.965 fianzas de alquiler de vivienda presentadas en la Xunta en los primeros ocho meses del año y correspondientes a contratos firmados entre el 1 de enero y el 31 de agosto de 2018, constituyen un volumen de datos muy superior al que pueda manejar cualquier empresa o asociación del sector inmobiliario.