La dura competencia de Uber y Cabify ha puesto al sector del taxi contra las cuerdas. La solución pasa por adaptarse a los nuevos tiempos. Y en el caso de Galicia también a una geografía marcada por la dispersión y la despoblación del rural. Y así lo contempla el nuevo reglamento del taxi, aprobado ayer por el Consello de la Xunta, que permitirá el uso compartido de estos vehículos en el rural. Varios clientes podrán compartir taxi, por ejemplo, para ir al centro de salud y pagar así un precio más económico. Pero además, en aquellos núcleos de población con pocos niños, donde no compense poner un autobús, la Xunta contratará a los taxistas para que los lleven al colegio. La norma se publicará ahora en el Diario Oficial de Galicia y entrará en vigor en un mes.

Pagar por plaza. En zonas de baja densidad de población y débil tráfico, los concellos podrán autorizar a los taxis que cobren por plaza, lo que permitirá que varias personas compartan recorrido. El servicio podrá concertarse mediante una aplicación móvil, a través de la central de radiotaxi o simplemente mediante un acuerdo entre los clientes y el taxista. Será el ayuntamiento, a través de una ordenanza municipal, el que concretará las tarifas y el sistema de pago.

Transporte escolar. La dispersión poblacional obliga a Galicia a destinar el triple de recursos para transporte y comedor escolar. El director xeral de Centros, José Manuel Pinal, advertía ayer de que, por ejemplo, es "inviable" tener centros con tres alumnos por aula. Para reducir los elevados costes que supone que un autobús se desplace hasta un pueblo sin apenas niños, la Xunta contratará taxis para llevarlos al colegio. Ya el Plan de Transporte de Viajeros de Galicia contemplaba también la posibilidad de usar estos vehículos como transporte a demanda.

Permisos VTC. La Xunta insiste en que no tiene competencias para regular los vehículos de alquiler sin conductor (VTC), tipo Uber y Cabify, y exige al Gobierno que adopte medidas para que se cumpla la ratio de una licencia por cada 30 de taxis. Ahora mismo en Galicia hay un permiso VTC por cada 13 taxis. El nuevo reglamento del taxi fija la obligación de que estos coches lleven un distintivo y concreta las sanciones a las que se pueden exponer. No llevar este distintivo, carecer de contrato o de hoja ruta se considerará una infracción grave, castigada con hasta 2.000 euros.

Derechos de los usuarios. Los clientes tienen derecho a que el taxista les ayude a subir y bajar del vehículo, así como a cargar y descargar equipajes. Podrán decidir la temperatura del aire acondicionado y la calefacción. Incluso podrán pedir al taxista que apague o baje la radio. Eso sí, no elegirán la emisora. Además tendrán derecho a recibir cambio de moneda hasta el importe de 50 euros. Y cuando vayan a coger un taxi podrán elegir entre el primero o el segundo de la fila.

Equipaje. Los usuarios tendrán derecho a llevar un bulto gratis en el taxi. Y se abre la posibilidad de que los peregrinos puedan enviar su equipaje en un taxi, aunque ellos no lo utilicen. Hasta ahora muchos taxistas se negaban alegando que era transporte de mercancías.

Licencias. Se simplifica la burocracia para obtener los permisos para tener un taxi. Hasta ahora los taxistas debían pedir una licencia municipal y otra autonómica para prestar servicios interurbanos. Ahora bastará con un único trámite. Además se crearán áreas territoriales de prestación conjunta, que permitirán a los taxistas llevar viajeros en varios concellos limítrofes.

Antigüedad. Los taxis que circulen en concellos de menos de 20.000 habitantes deben tener menos de 12 años y menos de 10, en municipios más grandes.