Desde que arrancó la crisis, cada año Hacienda recauda más dinero en Galicia de los no residentes, un colectivo que no vive en España, pero que obtiene rentas en el país.

En 2017, se embolsó 113,1 millones. Es la cifra más alta de la historia, tras el incremento del 18% con respecto al ejercicio anterior, y la octava subida consecutiva desde 2009.

Detrás de este aumento hay varias razones. En primer lugar, el mayor control de la Agencia Tributaria sobre este colectivo. Debido a la crisis, el Ministerio de Hacienda se vio obligado a conseguir recursos de todos los sitios posibles. Y uno de ellos es de los no residentes.

Un año después de que arrancase la crisis, en 2009, Hacienda recaudó 43 millones. Desde entonces, el aumento ha sido del 162%.

En aquel momento, el ministerio incrementó la inspección tributaria sobre este colectivo. Y así, requirió a bancos y cajas que les remitiese la información financiera (cuentas corrientes, imposiciones a plazo o créditos concedidos) de los no residentes, pero que recibían rentas en España, y aunque no viviesen en el país. Este cruce de información ha provocado que la recaudación no haya parado de aumentar desde entonces.

Durante los primeros años de la crisis, Galicia era una de las comunidades en las que la presión sobre los no residentes fue mayor. ¿La razón? La Agencia Tributaria comenzó poniendo el foco en las comunidades con más emigrantes, aunque con el paso de los años se ha relajado un poco. Sin embargo, cada año la partida es superior a la anterior.

En 2017, Galicia fue la quinta comunidad con el mayor incremento con respecto al año anterior, solo por detrás de Asturias (33%), Baleares (23%), Castilla y León (21%) y Canarias (19%). En 2013 llegó a ser la segunda comunidad que más había elevado la recaudación fiscal a los no residentes con un 19,9%. Solo le superó Canarias con el 49%. En 2014 fue la cuarta que más recaudó a este colectivo.

Haz click para ampliar el gráfico

Otra de las causas del incremento de la recaudación está relacionada con la salida de gallegos a otros países durante la crisis.

Según los últimos datos del padrón de españoles residentes en el extranjero (PERE), hay más de medio millón de gallegos (516.489) que viven en el exterior. Son 130.000 más que en 2009. Desde 2008, más de 80.000 gallegos han abandonado la comunidad. Es como si desapareciese un tercio de la población de la ciudad de A Coruña o toda la de Culleredo, Cambre, Betanzos, Abegondo y Ares a la vez.

Todos tienen la nacionalidad española, aunque solo un tercio de ellos ha nacido en Galicia. Debido también al incremento de los gallegos que viven fuera, la recaudación del impuesto a los no residentes no ha parado de crecer en los últimos años.

La mayor parte de los 113 millones que Hacienda recaudó en Galicia en 2017 a los no residentes procedió de emigrantes que, aunque se hayan marchado de Galicia y se hayan empadronado en su lugar de residencia en el extranjero, siguen teniendo propiedades y cuentas en la comunidad autónoma.

Muchos poseen aún casas en su lugar de origen o tienen dinero en algún banco radicado en España que les reportan beneficios. Esto también explica que Galicia sea la sexta comunidad en la que más se recauda por este concepto.

Pero ¿quiénes deben abonar este impuesto? Todas aquellas personas físicas o entidades que no residan en España pero obtengan rentas en el estado. También entran dentro de este concepto los extranjeros que residan en España por razón de su cargo o empleo.

¿Y cuándo se considera que una persona no reside en España? Cuando ha pasado más de la mitad del año (183 días) fuera del país. También puede suceder que a pesar de pasar más de la mitad del año en el extranjero sea considerado residente en España al tener el núcleo principal de sus intereses económicos y personales en territorio nacional.

Estos beneficios por los que tienen que tributar pueden llegar de actividades económicas diversas; dividendos por tener acciones de empresas españolas; intereses obtenidos por el dinero que posean en cuentas de bancos nacionales o ganancias patrimoniales como, por ejemplo, haber vendido un inmueble o un terreno. También entran dentro de este apartado los inmuebles que posean, aunque estén alquilados o vacíos.