El giro político estatal que causó la moción de censura de junio que propició la llegada del socialista Pedro Sánchez a la Presidencia del Gobierno y la retirada de Mariano Rajoy de la política ha obligado a reelaborar las estrategias de los partidos gallegos, centrados en su rearme orgánico para afrontar una precampaña de las elecciones municipales que ya ha comenzado.

En este contexto, En Marea afronta la renovación de su dirección dos años después de la elección de Luís Villares como líder y la quiebra del proyecto en el sector oficialista y unos críticos encabezados por tres alcaldes -Xulio Ferreiro (A Coruña), Martiño Noriega (Santiago) y Jorge Suárez (Ferrol)-, los que más se juegan en mayo, y las organizaciones que lanzaron el proyecto: Anova, Esquerda Unida y Podemos. Paradójicamente, hace dos años estos eran aliados de Villares.

Estas son algunas de las claves para entender el laberinto de siglas, sectores y condicionantes del proceso de En Marea, líder de la oposición autonómica y parte clave de un espacio que debutó en 2015 y se hizo con los bastones de mando en A Coruña, Santiago y Ferrol. Se juegan consolidar su posición.

¿Qué debe acometer En Marea? Los estatutos del partido establecen que debe renovar su dirección -el Consello das Mareas de 35 miembros- cada dos años. En enero de 2017 eligió la actual. El proceso se desarrollará en varias fases. El día 29 se celebrarán cuatro encuentros provinciales para recopilar ideas y elaborar su hoja de ruta política. Los textos se votarán en el plenario del 27 de octubre, que también validará el reglamento de las primarias para elegir los integrantes de la cúpula. Se votará entre el 19 y el 25 de noviembre.

¿Qué supone el plenario? En 2016 la elaboración del reglamento fue la gota que colmó el vaso del entendimiento entre Villares y el hasta entonces tronco central de En Marea: Anova, EU, Compostela Aberta y Marea Atlántica. Todos compartían lista, pero estos últimos propusieron un sistema de portavocías plural y rotatorio vetado al portavoz parlamentario, que era Villares. Su elección como bandera del partido acabó por romper ese bloque. Las nuevas reglas marcarán el margen de maniobra y el censo de participantes en las primarias.

¿Quién podrá participar? Los inscritos en En Marea, no como en las primarias para elegir los candidatos autonómicos, que se permitió hacerlo a los de Podemos. En este aspecto, son estratégicos los movimientos de EU y Podemos para implicarse en el plenario tras suscribir ambos las exigencias de pluralidad interna y renovación inmediata de la "mesa por la confluencia" impulsada por Martiño Noriega, alcalde de Santiago.

¿Qué bandos existen? El oficialista y los críticos. El primero está compuesto por Villares y sus afines, que rompieron con sus anteriores socios tras varios desencuentros, como la filtración de la petición del exjuez de tener un chófer y compensación económica por dejar su empleo, la composición de la coordinadora o el caso de Paula Quinteiro, la diputada que discutió con la Policía Local de Santiago en un altercado nocturno. Su mayoría se sustenta en el apoyo de Cerna, incluida Consuelo Martínez, diputada que rompió AGE la anterior legislatura, y una parte de Anova. Los críticos son Anova, EU, Podemos, Compostela Aberta, Marea Atlántica y Ferrol en Común.

¿Optará Villares a seguir de potavoz? Ya ha dejado claro en este diario que sí. Será su último mandato en el Consello das Mareas, como marcan los estatutos.

¿Cómo se reparten las fuerzas? Es una incógnita, pero los dos plenarios posteriores a la elección de Villares como portavoz se saldaron con victoria de este. Si EU y Podemos promueven que sus militantes participen en el plenario podrían decantar la balanza, aunque el reglamento que se apruebe en el plenario podría fijar una fecha a partir de la cual no se permita votar. Es curioso el caso de Podemos, cuya líder en Galicia tachó de "fracaso" el proyecto de En Marea, pero la dirección firmó el documento de la "mesa por la confluencia" en el que se prometía fomentar la participación.

¿Qué separa a ambos bandos? Todo y nada. Comparten la apuesta por un espacio político mestizo en permanente construcción y muchas de las recetas contra el modelo del PP, pero chocan en el tono. Los críticos afean a Villares ser demasiado moderado y los oficialistas critican la "mesa pola confluencia" por querer reorganizar En Marea entre "notables" y de espaldas a las bases. También existen rencillas personales entre varios miembros.

¿Habrá alternativa a Villares? Sí habrá listas de los críticos, pero todavía no está claro si postularán una figura como portavoz, lo que, en principio, contradice su discurso.

¿Y Beiras? El histórico dirigente se mantiene a sus 82 años en un segundo plano. Fue uno de los valedores de Villares, pero ahora duda de sus decisiones. Es imprevisible el impacto de su intervención en el plenario, aunque su capacidad de decantar la balanza es cuestionable.

¿Cómo afectará a las mareas municipales? Las mareas locales son autónomas. En Marea ofrece a las que quieran un paraguas en forma de recursos y ayuda, además de prever la creación de un Banco de Ideas sobre medidas como la municipalización de servicios. El estado de fuerzas marcará la sintonía con las mareas de A Coruña, Santiago y Ferrol en un momento de optimismo de su competencia en la izquierda: el PSOE y el BNG.