Hace 14 meses, el PP gallego votó junto a la oposición defender la supresión del aforamiento de los diputados autonómicos y garantizar que los cambios en este régimen de los cargos electos acordado a nivel estatal se trasladarían a Galicia, cuyo Estatuto de Autonomía regula esta condición especial de sus parlamentarios.

Sin embargo, los populares recelan ahora de la intención del Gobierno socialista de Pedro Sánchez de acometer una reforma constitucional exprés para anular la condición de aforados para diputados y senadores en casos que no afecten a su cargo, pues consideran el anuncio una "frivolidad" y un ataque a Pablo Casado, líder de la formación popular, que se arriesga a una imputación por posibles irregularidades en la obtención de su máster.

El aforamiento es un sistema diseñado para dar una mayor cobertura judicial a determinados cargos públicos electos y no electos. Si se ven afectados por la investigación de un posible delito en un juzgado ordinario, su caso debe ser elevado a un tribunal superior para decidir si lo imputa -ahora investiga- y lo sienta en el banquillo.

El objetivo de la medida es blindar la actividad de los aforados de las presiones que permitiría realizar más fácilmente si se someten a la justicia ordinaria.

En el caso de los diputados gallegos y los miembros del Consello de la Xunta, su casos competen al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, como establece el Estatuto, por lo que el cambio constitucional no les afectaría. El presidente de la Xunta y jefe del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, alzó ayer la voz contra el titular del Gobierno central, el socialista Pedro Sánchez, por anunciar su intención de cambiar la Carta Magna "de la forma más frívola" en un acto de valoración de sus primeros 100 días en el cargo ante empresarios sin hablar "con ningún grupo". "Dar ruedas de prensa y proponer cosas que afectan a la soberanía nacional y a la ley de leyes debe hacerse con más seriedad, prudencia y altura de miras", le reprochó ayer a Pedro Sánchez.

Los matices corrieron a cargo del portavoz parlamentario del PP gallego, Pedro Puy, que recordó el acuerdo suscrito en O Hórreo el verano pasado para trasladar al Estatuto el cambio en el sistema de aforamiento estatal siempre bajo la condición del consenso. "Si hay acuerdo a nivel nacional, aquí haremos lo mismo", garantizó.

De hecho, su grupo introdujo una enmienda a la propuesta original del PSdeG -también se sumó otro cambio del BNG- para vincular los cambios en el Estatuto a un "acuerdo a nivel estatal", pacto que Puy considera improbable, pues el PP ya ha criticado la oferta de Sánchez por considerarla oportunista. Al diputado gallego le parece "inverosímil" que se presente una reforma de la Constitución "con el único fin de hacer daño y destruir políticamente" a un rival, en alusión a Casado. "Si Sánchez echa a correr un conejo, ahora tenemos que ir todos detrás de él", aguijoneó.

La Casa Real

La oposición mostró diferentes posturas. Luís Villares (En Marea) y Ana Pontón (BNG) defendieron eliminar los aforamientos para cuestiones vinculadas a la vida privada de cargos públicos, pero pidieron ampliar la reforma planteada por el Gobierno y retirar, por ejemplo, la "inmunidad a la Familia Real".

Mientras, el portavoz socialista en la Cámara, Xoaquín Fernández Leiceaga, matizó que no ve "oportunidad" de modificar el Estatuto de Autonomía por la postura del PP, contrario a la reforma constitucional.