El número de gallegos condenados por cometer delitos en 2017 se volvió a incrementar por cuarto año consecutivo. Y por cuarto año seguido las sentencias de hombres y mujeres aumentaron. Pero mientras en el caso de los primeros crecieron un 2,5%, en el de las segundas lo hicieron un 11,8%. En 2016 la subida había sido del 46,8%.

El año 2017 ha sido el primer ejercicio completo de funcionamiento del nuevo Registro Central de Delincuentes Sexuales y por eso se han publicado por vez primera las condenas por estos delitos, por lo que no pueden compararse con ejercicios anteriores. Los gallegos adultos condenados cometieron 19.947 delitos en total, un 7,8% más que el año anterior. Hubo 100 condenados por delitos sexuales; seis de ellos eran menores de edad. El endurecimiento y los cambios en el Código Penal están detrás, sobre todo, del incremento del número de condenados. Si en 2014 creció el 0,5%; en 2015 lo hizo un 1,6%; en 2016, un 11,7% y en 2017 aumentó un 4% al pasar de 13.581 a 14.121.

Pese a esta subida, Galicia presenta una de las tasas más bajas de España con 6,1 personas condenadas en sentencia firme por cada 1.000 habitantes. Es la cuarta más baja solo superada por Castilla-La Mancha (5,5), Castilla y León (5,5) y Aragón (6). Lideran la clasificación Comunidad Valenciana (8,8), Baleares (8,7) y Canarias (8,6).

Andalucía continuó un año más en lo más alto de la tabla de condenados. Uno de cada cinco procedía de esta comunidad (19,5%). Cataluña se mantuvo en la segunda posición con el 15,7% de los sentenciados. Madrid fue tercera con el 13,8%, según el balance de delincuencia que publicó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Hombre, de unos 37 años, español y procesado por un delito de seguridad vial. Este fue el perfil de los condenados en Galicia durante 2017. El informe cifra en 14.121 las personas condenadas adultas en la comunidad, 500 más que en 2016, si bien el INE advierte de que no se pueden realizar comparaciones debido a que muchas sentencias son por delitos leves que anteriormente no computaban a efectos estadísticos por tratarse de faltas, una figura que suprimió la reforma del Código Penal de 2015.

Pese a ello, se consolida la tendencia al alza, que se viene produciendo en los últimos años, del número de mujeres condenadas por sentencia firme al aumentar el pasado año un 11,5%. En términos globales, el 82% (un punto menos que hace un año) de los condenados en Galicia fueron hombres frente al 18% de mujeres, y en ambos casos la edad media se situó en los 37 años, si bien si se analiza por sexo y edad, el grupo más frecuente en ambos casos fue el de 41 a 50 años. A nivel nacional fue el de 18 a 20.

Nueve de cada diez condenados en la comunidad gallega fueron españoles (90,5%) mientras que entre los extranjeros uno de cada tres procedía de países comunitarios, aunque si se tiene en cuenta la tasa de condenados por cada 1.000 habitantes mayores de edad, el volumen de condenados extranjeros fue casi tres veces superior al de los españoles.

Esta tendencia sucede desde hace años, como también que la mayoría de los condenados lo fueron por un delito (77,2%). Los enjuiciados que tenían otro delito aumentaron a un 14,4% (2.036); los que arrastraban otras dos infracciones penales apenas llegaron a los 623 y los que acumulaban más de tres delitos fueron 560.

Respecto a los delitos cometidos en Galicia durante el pasado año, casi uno de cada tres estaba relacionado con la seguridad vial (29%), y crecieron un 1,5% en 2017.