La técnica de apoyo del sistema europeo de gestión del tráfico ferroviario (Ertms, por sus siglas en inglés) Alejandra Pérez Jiménez negó ayer que recibiese presiones para acelerar su trabajo y aseguró que se realizaron todas las pruebas pertinentes, "conforme a la normativa", para la instalación de este sistema de seguridad en la línea del accidente ferroviario ocurrido en el barrio compostelano de Angrois en 2013.

Una semana después de que el extécnico de Renfe José Enrique Villarino afirmase en la Comisión de investigación del Congreso sobre el accidente de ferrocarril que, en su opinión, la línea Ourense-Santiago se inauguró antes de tiempo por "intereses políticos", Pérez Jiménez dijo que estos no se dieron, al menos en lo que a su trabajo respecta. "Esos días fueron intensos, pero nadie me dijo que tenía que acabar tal día o que tenía que reducir el número de pruebas", dijo la experta al diputado de ERC Gabriel Rufián.

El físico Juan Olmedilla, que trabajó en la UTE Ourense-Santiago para la coordinación de seguridad en la vía, negó haber recibido indicaciones "a nivel comercial o político" y aseguró que no hubo presiones para poner en marcha los trenes S-730, serie del tren accidentado.