Mato y Rey Varela serán candidatos del PP en A Coruña y Ferrol. En su despedida, ambos citaron ayer esas aspiraciones, al igual que Feijóo. "Los retos no te asustan, te motivan, como muestra el desafío que asumes", dijo a la primera. "Si obtienes la confianza de los vecinos, darás un nuevo impulso a la ciudad", le dedicó al segundo.

Mato destacó de su balance la paz social entre patronal y sindicatos y aseguró que "servir" a A Coruña "puede ser una honra mayor" que ser conselleira.

Por su parte, Rey sostuvo que su periplo en San Caetano fue la "mejor contribución" posible a Ferrol, que intentará gobernar "con muchísima ilusión".

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, presumió ayer de "estabilidad" durante la toma de posesión de los tres nuevos conselleiros que se suman a su equipo en una remodelación que tiene lugar dos años después de que el PP obtuviese su tercera mayoría absoluta consecutiva en las elecciones autonómicas.

Esa excepción entre las comunidades estatales le permitió al también líder del PP gallego garantizar la continuidad de unas políticas lejos del cortoplacismo y contraponerlas, sin citarlo, al Gobierno del socialista Pedro Sánchez. "Este gobierno no nació hipotecado, no depende de ningún interés oculto, no fue diseñado en despachos por la suma de minorías incompatibles entre sí. Se debe a los gallegos", sostuvo en la intervención que puso final al acto en el pazo de Raxoi en Santiago de Compostela.

El Consello del Ejecutivo autonómico se renueva con la inclusión de José González, Carmen Pomar y Fabiola García, que asumen las responsabilidades de Medio Rural, Educación y Política Social. Además, se modifican las competencias de tres conselleiros actuales. Ángeles Vázquez deja Medio Rural y dirigirá el departamento de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, Ethel Vázquez asume Infraestruturas e Mobilidade y Román Rodríguez se encargará de Cultura e Turismo, que se desgajan de la Consellería de Educación hasta ahora en manos del político de Lalín para cobrar rango máximo en el organigrama de la Xunta. Esta decisión está motivada, según expuso Feijóo, por la preparación del Xacobeo 2021 para que sea "el mejor de la historia", según le encomendó a Rodríguez.

La remodelación del Ejecutivo autonómico se produce dos años después de las elecciones que supusieron la tercera mayoría absoluta de Feijóo, pero la motivación de la misma radica en el salto a la política local de Beatriz Mato y José Manuel Rey Varela, que dejan las consellerías de Medio Ambiente y Política Social para ser candidatos del PP a las Alcaldías de A Coruña y Ferrol, respectivamente. Mato convierte así a Alfonso Rueda y Rosa Quintana en los únicos conselleiros supervivientes del primer gabinete que formó Feijóo tras su victoria en 2009. No dejó el puesto sin piropear a su jefe, "el mejor político en activo de España", para ella.

A pesar del omnímodo poder de Feijóo en la Xunta y el PP, este atribuyó a los ya exconselleiros la decisión de abandonar San Caetano para tratar de recuperar las citadas Alcaldías urbanas. "Si por mí fuese, no lo cambiaría", sostuvo Feijóo sobre su equipo en un acto que supone el cuarto cambio desde 2014 vinculado a la estrategia del PP en el ámbito local. Primero, Agustín Hernández asumió el bastón de mando de Santiago para tratar de enderezar el rumbo tras los escándalos judiciales que causaron la caída de Gerardo Conde Roa y Ángel Currás. Luego, partieron Elena Muñoz y Jesús Vázquez hacia Vigo y Ourense, única ciudad esta última que gobierna el PP, aunque en una minoría que le ha impedido aprobar unas cuentas este mandato.

El mal resultado del PP en las municipales de 2015 -perdió las tres urbes coruñesas y dos diputaciones- provocó la incorporación a la Xunta en octubre de aquel año de Ángeles Vázquez, Rey Varela y Jesús Almuíña. Ahora, Mato y Rey dejan el Consello para ser candidatos del PP.

Feijóo ensalzó su trabajo al frente de la Xunta desde 2009, período durante el cual la crisis redujo drásticamente los recursos públicos, y defendió que su gestión responde a un modelo a largo plazo gracias a la "estabilidad" de su mayoría absoluta, lo que le permite "gobernar, algo tristemente extraordinario hoy en día", en alusión a la fragmentación política.

"Sería absurdo negar que cometimos errores [...], pero con la planificación adecuada del Gobierno y el trabajo de los empleados públicos hay más aciertos que desaciertos. La Galicia de 2018 no es la ideal, pero sí que es mejor que la de 2009 y que la de 2016", resumió antes de destacar que la economía "crece de forma sostenible", existen "servicios públicos más eficientes" -"profundamente amenazados" durante la crisis, aseguró- y "más facilidades para conciliar" y "las cuentas públicas están saneadas", si bien los presupuestos de 2019 están condicionados por los del Gobierno central, con dificultades para aprobarlos debido a su debilidad parlamentaria.

"Tanto los nuevos como los que siguen deben tener presente que ser conselleiro no es ser jefe de nadie, sino empleado y servidor de todos los gallegos", concluyó Feijóo.