El proceso para elegir al nuevo líder de Podemos Galicia arrancó ya formalmente y la tensión se elevó para evidenciar las heridas internas en la formación. Carolina Bescansa, una de las fundadoras del partido morado, tenía previsto anunciar ayer que optaría a las primarias, pero aplazó su decisión hasta hoy, previsiblemente, alegando la necesidad de pulsar la opinión de más sectores orgánicos.

Ese movimiento se produjo después de haber recibido ataques del líder estatal del partido, Pablo Iglesias; el secretario de Organización, Pablo Echenique; y el único aspirante confirmado a la Secretaría Xeral, el diputado coruñés Antón Gómez-Reino. Los dos primeros cuestionaron el salto de la compostelana a la política gallega tras "20 años en Madrid" y haber intentado ser número 2 en una lista de esa comunidad en las elecciones de mayo. El último advirtió de que Galicia no es "un retiro dorado ni un plan B". "No voy a entrar en provocaciones personales", replicó la diputada.

Bescansa se reunió ayer con integrantes de la dirección saliente de Podemos Galicia, a quienes agradeció que la hubiesen propuesto papara optar a relevar a Carmen Santos, que no acompañó a la compostelana en su comparecencia. "Tengo mucha ilusión", declaró Bescansa que, según fuentes del partido, tenía previsto anunciar ayer su candidatura al timón gallego del partido tras una oferta que había recibido ya en anteriores ocasiones.

Diputada en el Congreso por Madrid, una de las tres personas que certificó ante notario el nacimiento de Podemos, como recordó ayer, cayó en desgracia en esta fuerza cuando se conoció su oferta a Íñigo Errejón para tumbar a Pablo Iglesias del liderazgo, tras años de divergencias sobre el rumbo y la estrategia a abordar. Desde entonces, no mantiene relación con este.

Iglesias cuestionó el domingo por la noche las intenciones de Bescansa por tener su vida en Madrid desde hace dos décadas, si bien mantuvo relación con la escena política avalando a Breogán Riobóo como primer líder de Podemos o participando en las negociaciones con los socios de En Marea. Ayer, Bescansa negó que pueda dirigirse Podemos Galicia desde la capital de España, donde mantiene un escaño en el Congreso como su posible rival, Gómez-Reino. "Hay que decir con claridad que Galicia no puede ser el retiro dorado ni el plan B de nadie", advirtió este ayer, que aseguró además contar con el respaldo de "la mayoría de cargos públicos y orgánicos".

Ambos, por cierto, mantienen posturas diferentes respecto a las alianzas. Gómez-Reino, afín a Marea Atlántica, apostó en el pasado por una colaboración sin establecer la marca como condición sine qua non, mientras Bescansa siempre ha defendido mantener la autonomía y siglas de Podemos. Las bases apoyaron sellar pactos en forma de coalición en las municipales, aunque con excepciones sin concretar.

Bescansa replicó a los ataques pidiendo unidad. "Una de las fortalezas de Podemos son las primarias, que son para hacer debates, no un sitio de confrontación entre compañeros", sostuvo tras negar su intención de entrar en "provocaciones". "Los procesos no son para hacerse heridas", añadió. También descartó que Galicia sea un "retiro dorado". "Hay mucho trabajo por hacer", dijo.

Su plan interno pasa por "seguir abriendo Podemos, sumando más gente y construyendo una organización más fuerte que sea capaz de echar a los gobiernos de Feijóo de los concellos, en primer lugar, y a Feijóo de la Xunta luego", resumió. Aseguró que milita en Podemos Galicia y no en Madrid.

A esta situación se refirió también Luís Villares, portavoz de En Marea, que garantizó su "neutralidad", si bien declaró: "Para poder dirigir una organización es necesario conocer el lugar donde tiene su implantación y realiza su acción política. Carolina Bescansa es de Santiago, hasta donde yo sé".