Desde que Podemos Galicia se dotó de su primera dirección en el año 2015, ha adolecido de pugnas internas que han permitido su crecimiento y sus alianzas en el espacio de la confluencia, cristalizado en En Marea. Sin embargo, la irrupción en las primarias gallegas de Carolina Bescansa ha provocado un seísmo con movimientos de placas en Galicia y Madrid con dardos hacia una de las fundadoras del partido morado, caída en desgracia tras conocerse su oferta a Íñigo Errejón para tumbar a Pablo Iglesias.

La compostelana confirmó ayer que optará a la Secretaría Xeral gallega, cuyo ganador se conocerá el día 25, al aceptar la propuesta de la dirección autonómica saliente y pidió "neutralidad" al aparato estatal. Antes de esa confirmación, su rival, el diputado coruñés Antón Gómez-Reino, consideró el paso adelante de su compañera en el Congreso un intento de "romper la unidad" interna que garantiza, dijo, su proyecto.

Como si de una matriosca se tratase, la competición por liderar Podemos Galicia encierra varios conflictos y abre diferentes escenarios en función del resultado a ocho meses de las elecciones municipales de mayo, donde el espacio de confluencia se juega sus símbolos: las Alcaldías de A Coruña, Santiago y Ferrol. Los comicios también testarán la relación de Podemos y sus aliados: las mareas locales y En Marea, en la que se disolvió a regañadientes en las autonómicas de 2016.

Bescansa aseguró haber tenido ofertas en 2014 y 2016 para dirigir el partido en Galicia, pero renunció por estar centrada en la política en Madrid y evitó ayer entrar en las "provocaciones" de la cúpula estatal y de Gómez-Reino. Aun así, negó un plan para torpedear a Iglesias. "Galicia no es una ficha de un escenario. Cualquiera que diga eso no conoce bien Galicia", sostuvo.

Desde el cuartel general morado en Madrid, sembraron dudas. "No sabemos todavía si su ambición es presentarse de candidata a la Xunta y hacer política en Galicia, o usar esa Secretaría General para hacer política en Madrid", deslizaron fuentes de la dirección a Efe.

El perfil de Bescansa, que no planea abandonar su escaño si gana, abre el debate sobre su posible candidatura a la Xunta en 2020, aunque resulta difícil de imaginar que la asumiese en el formato actual de En Marea sin el nombre de Podemos visible y sin autonomía. En ese cartel de la fuerza instrumental quiere repetir Luís Villares, al que, a su vez, tratan de apartar los críticos en En Marea, nucleados en torno a Anova, EU y Marea Atlántica. Con esta última mantiene excelente sintonía Gómez-Reino, presente en su creación, por lo que su victoria facilitaría las relaciones, pero reforzaría a los enemigos de Villares antes del plenario de En Marea del día 27 y sus posteriores primarias. Otra matriosca.

Bescansa participó en las difíciles negociaciones con sus socios para las generales de 2015 y 2016, donde Podemos se salió con la suya y estableció una coalición, y las autonómicas de ese último año, donde claudicó diluyéndose dentro de En Marea. Los roces de aquellas discusiones todavía escuecen a los protagonistas.

La compostelana esgrimió ayer esa experiencia como aval de una mayor facilidad para tejer alianzas, si bien siempre advirtió: "Queremos un Podemos más fuerte y eso es bueno para Galicia y las mareas". "Lo importante es tener clara la ruta para poner fin a las políticas de Feijóo", zanjó.

Por su parte, la dirección gallega saliente exigió a Madrid cesar sus ataques contra Bescansa. "No queremos tutelas. Pedimos a la Secretaría de Organización que nos deje de presionar", clamó la responsable de Organización, Natalia Prieto, que se integrará en la lista de Bescansa, quien en 2015, entonces peso pesado del aparato, apadrinó a Breogán Riobóo como primer líder de Podemos Galicia. Prieto también señaló a Gómez-Reino como la apuesta de Iglesias.

Por su parte, el diputado de En Marea alegó que cuenta con el aval de la mayoría de cargos de Podemos y negocia con errejonistas y anticapitalistas su adhesión, lo que generaría la paradoja de que la lista oficialista integrase a los rivales internos de Iglesias en el resto del Estado.

Sin embargo, la corriente Anticapitalistas Galiza avanzó ayer que no se sumará a ninguna candidatura que "se mueva en la lógica de reparto de poder o disputa de la baronía" y pidió "revolucionar" Podemos Galicia. Decidirá su estrategia para este proceso "en días".

"Por responsabilidad y por el mandato de los inscritos, nadie debería llegar para romper la unidad, sería una mala noticia si así fuera", declaró Gómez-Reino sobre Bescansa.

El grupo unido en torno al hoy portavoz de En Marea en el Congreso ya intentó en 2016 liderar el partido en Galicia tras provocar la caída de Riobóo, a cuyo equipo.