Aunque hace casi dos semanas que empezó el otoño, el sol y el calor se resisten a irse y después del veranillo de San Miguel esta semana se mantuvo el buen tiempo pese a que las temperaturas fueron algo más frescas. Las primeras lluvias de la nueva estación llegarán mañana debido a la entrada de una borrasca de aire frío en la comunidad, al mismo tiempo que el anticiclón de las Azores se desplaza hacia el oeste. Esta situación traerá inestabilidad y un descenso de las temperaturas máximas. Así, a medida que avance la jornada las nubes darán paso a las lluvias que se extenderán del norte al sur de la comunidad y que, en algunos puntos, podrían caer incluso en forma de granizo o producirse tormentas.

Además del paraguas para resguardarse si las precipitaciones aparecen por sorpresa será necesario echar mano de la ropa de entretiempo para no notar el descenso térmico previsto para el fin de semana, ya que aunque el mercurio ya empezará a caer mañana seguirá en descenso el domingo y, además la sensación de frío será aún mayor por los vientos de norte que empezarán a azotar el litoral gallego ya mañana. Así, desde hoy al domingo las máximas descenderán hasta ocho grados en Ourense, al pasar de los 30 de grados de hoy a los 22 del domingo. Lo mismo ocurrirá en la capital gallega, al bajar el mercurio de 25 a 17 grados. En el resto de la comunidad las temperaturas descenderán de media unos cuatro grados. Las más bajas se registrarán en A Coruña, Ferrol y Santiago, donde no se alcanzarán los 20 grados. Las mínimas se mantendrán más estables con valores entre los seis grados en Lugo y los 13 de la ciudad coruñesa.

Antes del cambio del tiempo durante el fin de semana, Galicia vivirá hoy una jornada de transición entre las altas y las bajas presiones con vientos del oeste que aportarán humedad a la costa. Será un día con cielos poco nublados o despejados, salvo en el litoral donde las brumas entrarán con el avance de la jornada. Aunque el descenso será más acusado a lo largo del fin de semana hoy ya no habrá temperaturas tan veraniegas y, mientras en la provincia coruñesa las máximas pasarán de los 25 a los 20 grados, en las Rías Baixas la bajada será de los 30 a los 25.

Pese a la inestabilidad del fin de semana aún no supondrá la llegada definitiva del otoño porque la próxima semana regresará la influencia anticiclónica, por lo que no habrá precipitaciones y las temperaturas volverán a subir e incluso serán altas para la época del año. La entrada de otro frente desde el miércoles aumentará la probabilidad de lluvias en la franja atlántica.