Los casos de inquilinos que, por uno u otro motivo, dejan de pagar el alquiler a sus caseros se ha disparado en la última década. Pero también hay propietarios que contraen deudas con su comunidad de vecinos tanto en el pago de la cuota mensual o de las derramas por obras. Sin embargo, el número de vecinos morosos se ha contenido en los dos últimos ejercicios, si bien,el nivel de impagos el año pasado ronda los 68,6 millones de euros. Pese a ser una suma cuantiosa supone un 4,3% menos que los 71,7 millones registrados en 2016, según las estadísticas del Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas. En 2014 se alcanzó el mayor importe que los dueños de los pisos debían a su comunidad: 81 millones. Desde entonces ha bajado un 16%.

En números absolutos, Galicia ocupa la séptima posición en el ranking autonómico con 68 millones, pese a que el año pasado fue la tercera en la que más descendió la morosidad, solo superada por el descenso del 5,7% en los impagos en Asturias y el 4,7% en Aragón.