El turismo gallego vive un buen año después de un 2017 histórico y el bajón a principios de verano se compensó con un septiembre con mejores resultados aún que el año pasado y también con un buen arranque del mes de octubre. Los hoteleros tratan de alargar la temporada alta lo máximo posible y confían en alcanzar el 75% de ocupación en el puente del Pilar de esta semana, aunque las previsiones meteorológicas no sean de lo más favorables y puedan influir en las reservas de última hora. Por ahora, casi siete de cada diez plazas de los alojamientos de la comunidad ya están reservadas para el festivo y el fin de semana. Desde el Clúster Turismo de Galicia son optimistas pero también realistas y ven complicado alcanzar el 80% del año pasado debido a que el año pasado el puente duró un día más y además hizo buen tiempo.

Aún así, el presidente del organismo, Cesáreo Pardal, explica que los resultados de estos días no tienen por qué influir en el resultado global del mes ni del trimestre e incluso del año. De hecho, confía en que el sector cierre el ejercicio entre uno y dos puntos por encima de la ocupación registrada en un 2017 histórico. A la espera de las cifras del último trimestre las cuentas por ahora le salen a los empresarios porque la caída de viajeros en verano se compensó con el repunte de la afluencia en septiembre y durante los meses de temporada baja en el primer semestre de este ejercicio. En ese periodo los datos fueron incluso mejores que el año pasado, lo que muestra la tendencia hacia la desestacionalización que se busca desde el Clúster.

Pardal destaca además que han cambiado los hábitos de los turistas. En este sentido, la temporada alta no se limita solo a julio y agosto sino que va de junio a septiembre, dos meses con elevadas ocupaciones en las que los visitantes se animan cada vez más a viajar. Eso permite a los alojamientos, sobre todo los ubicados en zonas más orientadas al turismo de sol y playa, a permanecer abiertos más meses a lo largo del año, lo que incrementa su rentabilidad al tener más margen para hacer caja y resistir la temporada baja. Apunta que, por ejemplo, en las Rías Baixas y O Salnés, los establecimientos aprovecharán la Fiesta del Marisco de O Grove que se celebra toda esta semana para poner fin a la temporada y echar el cierre. Pero no será un cierre definitivo hasta Semana Santa como ocurría antes, sino que debido a que los turistas cada vez hacen más escapadas a lo largo del año, son muchos, destaca el presidente del Clúster Turismo de Galicia, los negocios que optarán por abrir en puentes y fines de semana en lo que queda de año.