"Un seguro de vida". Así define la Dirección General de Tráfico (DGT) el cinturón de seguridad, cuyo uso reduce en un 50% el riesgo de perder la vida en un accidente de circulación y hasta en un 75% las posibilidades de sufrir golpes mortales o graves. Además, nueve de cada diez lesiones infantiles se hubiesen evitado si los niños llevasen un sistema de retención infantil (SRI). Para controlar la utilización de ambos dispositivos, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil intensificaron los controles la semana pasada para vigilar que tanto el conductor como los ocupantes llevaban el cinturón de seguridad, y también que los menores iban correctamente sujetos con la silla acorde a su edad y peso. Esta iniciativa se enmarca en las campañas especiales de vigilancia de la DGT para mejorar la seguridad vial y se saldó con 405 vehículos denunciados, lo que supone una media de más de dos infracciones cada hora. La tasa de incumplimiento respecto a los 10.185 controles realizados fue del 1,1%, dos décimas más que el 0,9% registrada el año pasado durante la campaña llevada a cabo en las mismas fechas. Hace un año se presentaron 334 denuncias -un 21% menos- aunque también se hicieran 286 pruebas menos.

La provincia de A Coruña es la que presenta el peor índice con 131 infractores que suponen el 32% del total de denunciados, a pesar de que registró el número más bajo de controles con un total de 7.226. La otra cara de la moneda la representa Ourense porque, aunque fue la provincia donde los agentes hicieron más vigilancia al parar a 10.913 automóviles, abrieron expediente sancionador a medio centenar, un 13% del total. En una posición intermedia se sitúa Pontevedra con 129 sanciones entre 10.185 inspecciones, mientras que en las carreteras lucenses la Guardia Civil paró a 7.815 vehículos, de los que 91 o no llevaban o usaban de forma incorrecta el cinturón de seguridad o los sistemas de retención infantil.

Uno de los casos más llamativos que los agentes se encontraron en esta campaña fue el de un conductor interceptado en la AC-552 que une A Coruña con Carballo. El infractor, para evitar el pitido que suena en el coche si no se pone el cinturón, contaba en su lugar con una hebilla comprada en un desguace. Para librarse de ese pitido también se han dado casos de personas que pasan el cinturón por la parte trasera del asiento y lo atan al anclaje.

Con campañas como esta, la DGT busca que Galicia deje de estar marcada en rojo en el balance de la accidentalidad mortal y el uso del cinturón. Las últimas estadísticas revelan que el año pasado cuatro de cada diez de los muertos en accidentes de tráfico de turismos y furgonetas -17 de 44- no lo llevaban puesto. La tasa del 41% en Galicia subió diez puntos respecto al año anterior y es casi el doble que el 21% que supone en España.