Los representantes de los cuatro grupos parlamentarios solo alcanzaron la unanimidad en ocho iniciativas de las 160 propuestas de resolución que se pusieron sobre la mesa al hilo del debate de política general celebrado en el ecuador de la legislatura. Todo un logro si se las compara con las dos del año anterior. En total consiguieron luz verde 53, si se incluyen todas que lograron el apoyo del PP, no solo las propias, sino las transaccionadas con PSdeG y En Marea y otras cinco del espacio de la confluencia y del BNG que salieron adelante con el apoyo de todos sin modificaciones, vinculadas a la Lei Paz Andrade, la limpieza de la contaminación por lindano, la defensa de los intereses agroganaderos gallegos ante la reforma de la PAC, la urgencia de la aprobación de las directrices del paisaje o el consenso con la sociedad una estrategia cultural de forma "transparente".

Aunque la negociación se cerró cuando ya expiraba el plazo para su admisión y alguna incluso lo trascendió, los populares no consiguieron el respaldo de En Marea en ninguna iniciativa propia, aunque el BNG sí apoyó una propuesta sobre inspección de puentes. Sí lograron un acuerdo con los socialistas para pedir una reforma del Senado o convocar la conferencia de presidentes, con algunos matices, al tiempo que respaldaron el mandato del PSdeG de oponerse a procesos de "recentralización" en las comunidades con autogobierno desde la "lealtad".

Sin embargo, el PP no encontró eco de las principales medidas anunciadas por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que salen adelante con su único apoyo, como la propuesta de rebajas fiscales para vivienda habitual, el impulso en las cuentas la comunidad con "rigor" o la denuncia del dieselazo.

Tampoco ha conseguido llevar a su terreno, porque la oposición vio la formulación insuficiente, la localización, exhumación y traslado hasta sus familiares de restos de víctimas de la represión franquista, o la condena a los parlamentarios que se exceden en sus prerrogativas. En este punto, en el que volvía a incidir ayer el viceportavoz popular en la Cámara, Miguel Tellado, sus alusiones a Luís Villares provocaron una bronca entre ambos cuando el primero se refirió a una sentencia del Tribunal Supremo que, dijo, "anula el 95%" de un fallo antes dictado por el Tribunal Superior de Xustiza en el que participaba Villares. "Usted dictó una sentencia contra la Xunta cuando ya hacía meses que se estaba negociando su candidatura", le reprochó, y consideró que "no es un digno representante" de los ciudadanos ni para "seguir impartiendo justicia".

Villares reclamó al presidente del Parlamento, Miguel Santalices que retirase las palabras. No lo admitió y dejó que Tellado se explicase, lo que provocó las protestas en las bancadas de En Marea. Además de apuntar que el fallo del Supremo es "parcialmente confirmatorio,", Villares ve "injurioso" decir que la demanda del TSXG la dictó "una persona" cuando "lo fue por tres y por unanimidad".

En el debate salieron adelante también con respaldo de todos los grupos deberes sobre el cambio climático, la gestión de residuos o la ampliación de vivienda pública.

En su intervención, la viceportavoz del PSdeG, Patricia Vilán, enfatizó cómo su formación estaba "en 21 de las 23 transacciones" que se alcanzaron y justificó que su partido reivindica el diálogo como forma de hacer política. Su homóloga en el BNG, Olalla Rodil, auguró "un rodillo anunciado" y criticó el veto a las medidas "ambiciosas e inconformistas" que planteaba su formación y que "respiran confianza en el país". Desde En Marea, Antón Sánchez lamentó que Feijóo dedicase un "gran esfuerzo" en el debate a "negar la existencia de los problemas de Galicia".