Cambio de tendencia en la construcción en Galicia. Y es positiva. Por primera vez en los dos últimos ejercicios, el sector dejó de destruir empleo, pese a que su volumen de negocio aumentaba desde 2014.

La construcción crecía, pero era incapaz de incrementar su volumen de empleados. Hasta que llegó el segundo trimestre de este año. Entre abril y junio, trabajaban en este sector 68.800 personas. Es un 4,5% más que en el primer trimestre y un 1,3% más que en el mismo periodo del año anterior, según los datos del informe Seguimiento e análisis da construcción, publicado por el Instituto Galego de Estatística (IGE).

El sector ha tenido un comportamiento errático en los últimos ejercicios. Tras la explosión de la burbuja inmobiliaria y la consiguiente crisis, la construcción ha vuelto a entrar en números positivos en los tres últimos ejercicios.

Entre 2000 y 2007, el empleo en la construcción creció a una tasa media del 4,1%. A partir de 2008 se produjeron abruptos descensos hasta 2014. El desplome medio anual en esos años fue del 10,6%.

A partir de 2014, el sector volvió a números positivos. Así, en 2015 creció un 2,6%; en 2016, un 1,6% y en 2017, un 3,5%. Lo mismo ha ocurrido en el primer semestre de 2018 al acumular un crecimiento del 5,3%. Sin embargo, estas buenas cifras no se trasladaban al empleo. El sector se recuperaba, pero no así el número de personas que trabajan en él.

Hasta junio de este año, los puestos de trabajo se habían reducido en los ocho trimestres anteriores con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. Por el contrario, a nivel nacional en ese mismo intervalo de tiempo las cifras eran positivas.

La construcción destruyó empleo en la comunidad en 2016 y 2017. En estos dos años desaparecieron casi 10.000 puestos de trabajo al caer el número de ocupados hasta los 65.700 con los que se cerró el pasado ejercicio. Fue la segunda cifra más baja de la última década, solo superada por los 65.300 que había a finales de 2014.

Pero en 2018 se ha producido un cambio de tendencia. Entre enero y marzo, el número de personas que trabajaban en el sector ascendía a 65.800. Solo eran cien más que en el trimestre anterior, pero la tendencia cambiaba, pese a que se produjese una caída del 0,6% con respecto a un año antes.

Pero en el segundo trimestre, las cifras fueron más positivas. Los empleos aumentaron hasta los 68.800: 3.000 más que en el trimestre anterior lo que supone un incremento del 4,5%, pero, sobre todo, un crecimiento del 1,3% con respecto al segundo trimestre de 2017. Es la primera vez que el número de personas que trabajan en la construcción en Galicia aumenta en tasa interanual desde marzo de 2016 (ocho trimestres seguidos de caídas, cinco de ellas por encima del 5%).

El sector del ladrillo en Galicia llegó a dar trabajo a 152.000 personas en los tiempos álgidos del boom inmobiliario. Era finales de 2007 cuando la burbuja estaba a punto de estallar. A partir de ese momento, llegó la crisis y se llevó por delante más de la mitad de los puestos de trabajo.

Durante 2014 y 2015, la construcción en la comunidad volvió a necesitar mano de obra y los contratados aumentaron hasta los 75.300. Pero fue un espejismo. A partir de ese momento, el número de ocupados no paró de caer. Tocó suelo a finales de 2017 con 65.700 efectivos. Pero con el arranque del año, la tendencia ha cambiado.

El resto de variables que sirven para medir la salud del sector también son positivas. Además de llevar más de tres años de crecimiento, su peso en el PIB gallego crece, las transacciones inmobiliarias también aumentan y también lo hacen los visados para construir viviendas.

Las buenas cifras de los últimos meses han permitido que el peso de la construcción dentro del PIB gallego también haya aumentado al pasar del 6% con el que cerró 2017 al 6,2% del segundo trimestre de 2018. Sin embargo, y al igual que sucede con el crecimiento del sector, su peso en el PIB de la comunidad también se encuentra lejos de la época de bonanza y es casi la mitad del 11,1% que representaba en 2008.

Además del crecimiento del sector y del PIB, otra de las variables que está funcionando es la compraventa de viviendas. En los seis primeros meses del año se realizaron 8.216 transacciones un 14,8% más que en el mismo periodo del año pasado y dos puntos más que la media nacional.

Y los visados para construir viviendas continúan con la recuperación. Hasta mayo se dieron 1.851 licencias. Fue un 19,6% más que los cinco primeros meses del año anterior y tres puntos más que la media nacional. Tras ocho años de caídas de los visados -entre 2007 y 2014-, en algunos casos superiores al 50%, esta variable volvió a entrar en positivo en 2015 (+3,9%), creció con fuerza en 2016 (+24,2%) y volvió a aumentar el pasado año (+9,3%).